Las quejas por el estado del arbolado urbano, ejemplares secos o perdidos y alcorques vacíos o deteriorados es una queja que se extiende por los distintos barrios zaragozanos, por el impacto estético que genera y por la peligrosidad que suponen para los viandantes los huecos vacíos en las aceras y el firme deteriorado.

Esa es una de las reivindicaciones que también plantean en el barrio de La Bozada. "Llevamos más de siete años pidiendo árboles al Ayuntamiento, y aquí seguimos esperando, con decir 'no tenemos dinero' lo arreglan todo", comenta Emiliano Alonso, de la asociación de vecinos del barrio. "Hay calles que da pena verlas", dice Emiliano, en relación a los numerosos huecos o árboles secos en vías como Juan Pablo II y alrededores, o "la cantidad de árboles que se han perdido en el parque Teresa Sarrato y Avicebrón", dice el representante vecinal, quien subraya que "la concejala Lola Campos ha trabajado mucho por el barrio, pero en el tema de Parques y Jardines no hacen caso".

En la asociación de vecinos están contrariados estos días por las obras que se ejecutan en el parque Avicebrón para la renovación del riego automático, por el que se ha vallado completamente el espacio para cavar las zanjas. "Nos parece bien si es para la mejora del parque, pero no nos han avisado y no sabemos cuánto tiempo durarán los trabajos", denuncia Emiliano, quien comenta que supone un trastorno para los usuarios del parque, especialmente para las familias con pequeños, que ahora no pueden acceder a las zonas infantiles.

"Lo que queremos es que lo adecenten como Dios manda, que planten los árboles que se han perdido y que resembren las zonas de césped que están más estropeadas", comentan desde la entidad vecinal, ya que esta es una de las principales áreas de esparcimiento vecinales. Además de la mejora y reposición del arbolado en el barrio, el mejor acondicionamiento de los parques es una de las demandas más urgentes de la asociación de vecinos.

En el caso del Parque Teresa Sarrato solicitan una actualización de la zona infantil y la instalación de suelos de seguridad para zonas de juegos. "Debe ser de las pocas de zonas de Zaragoza que aún está con tierra, es una pena cómo se ponen los chiquillos y a algunas horas aquí hay 'overbooking'", comenta Ana, una joven madre de la zona.