Luces y sombras en el arte de las riberas

La mayoría de las obras se encuentran en buen estado, aunque algunas necesitan reparaciones.

Un 'Bosque sonoro' que no hay manera de escuchar
Luces y sombras en el arte de las riberas
Legado Expo

La Expo cambió hace seis años la cara de Zaragoza, en especial la de sus riberas. Los márgenes del Ebro se llenaron de obras artísticas, que han sufrido las inclemencias del tiempo y la obra de los vándalos.


Sin embargo, en la actualidad la mayoría de ellas tienen muy buen aspecto, según señalan desde Legado Expo. La asociación revisó el mes pasado el estado de las intervenciones artísticas. "Sorprendentemente están muy bien", considera Juan Ibáñez, su presidente.


A diferencia de sus anteriores análisis, en esta ocasión han encontrado entornos limpios y sin pintadas en la gran mayoría de los casos. "La gente está respetando las intervenciones y cuando ven a algún vándalo, se lo recriminan", asegura.


Sin embargo, algunas obras no tienen tan buena cara. El caso más preocupante es el del Banco Ecogeográfico, en el Recinto de la Expo. En su caso, el enemigo son las variaciones térmicas que soporta. "El problema es que las teselas no están sobre cemento, como en el banco del Parque Güel de barcelona, sino sobre acero, que se contrae con el frío y se dilata al sol".


Este elemento artístico se restauró hace dos años, pero el deterioro sigue avanzando "y podría perderse la pieza". La única solución parece una actuación en profundidad, más allá de las reparaciones puntuales, pero reconocen que sus 700 metros lo hace complicado, ya que tendría un coste demasiado grande para la actual situación económica.


El 'Bosque sonoro' y la 'Oreja parlante' son otras dos obras que no han recuperado su esplendor. Ambas tienen el mismo problema: no suenan. En el primer caso, su autor, Christopher Janney, vino a Zaragoza el pasado verano para que volviera a funcionar como durante la Expo. Sin embargo, "somos 420 personas en la asociación y no hemos conseguido escucharla", señala Ibáñez.


Similar es el problema de la 'Oreja parlante', una zona de césped con forma de aurícula que debería reproducir los sonidos del Ebro... pero no lo hace. Las quejas vecinales por el ruido y los problemas con el sistema de sonido la han convertido en una oreja sorda que no mantiene ni el césped en buen estado.


Las 'Pantallas espectrales' ubicadas entre el Pabellón Puente y la Pasarela del Voluntariado también están entre estas intervenciones que necesitan más cuidados. "En 2012 había tres apedreadas, pero ahora son cuatro las pantallas rotas", indica Ibáñez.


El problema para las 'Ranillas' es que algunas han desaparecido de la vista, ya sea por los robos que se han producido entre las que estaban colocadas más a mano, como porque han sido invadidas por la vegetación. Las pintadas son otro de los problemas que sufren, aunque explican que la mayoría se mantienen.


Para las otras nueve intervenciones, su mayor problema son las pintadas, aunque periódicamente se limpian. Desde Legado Expo subrayan el caso de 'Carreta de agua', ubicada bajo el puente de la Almozara. Esta zona está llena de grafitis, aunque la instalación está bastante cuidada.