La Audiencia Nacional procesa por terrorismo a los dos anarquistas que atentaron contra el Pilar

Las grabaciones de las cámaras de seguridad permite reconocerlos «sin ningún género de dudas», según el juez

Francisco Javier Solar y Mónica Andrea Caballero, en un juicio anterior en Chile.
La Audiencia Nacional procesa por terrorismo a los dos anarquistas que atentaron contra el Pilar
Rubén García/el mercurio

El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ha dictado auto de procesamiento contra Francisco Javier Solar Domínguez, alias ‘Cariñoso’, y Mónica Andrea Caballero, ‘Moniquita’, los anarquistas detenidos por los ataques con explosivos contra la basílica del Pilar del pasado 2 de octubre. Además, también se les acusa del intento de atentado contra el monasterio de Montserrat, el mismo mes del año pasado, por lo que el juez les atribuye, entre otros, delitos de integración en organización terrorista. 


En un auto dado a conocer este viernes, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 considera que hay indicios suficientes para sentarles en el banquillo también por estragos terroristas «con resultado de lesiones graves con la agravante de disfraz por los hechos en Zaragoza y de conspiración para cometer estragos terroristas» en el caso del monasterio catalán. 


 El pasado 17 de noviembre, el juez Velasco ordenó su ingreso en prisión provisional sin fianza, como continúan hasta la fecha. Considera el magistrado que pertenecen a la asociación anarquista FAI-FRI, declarada ilegal por la Unión Europea, y que en España actuaban bajo las siglas de la asociación anarquista-insurreccionista GAC (Grupo Anarquista Coordinado) comando Mateo Morral. Gas y dos kilos de pólvora

En el auto de procesamiento hecho público ayer, el juez explica que el empleo de sistemas de reconocimiento biométricos faciales ha situado a ambos procesados tanto en el Pilar como en Montserrat, donde las grabaciones de las cámaras de seguridad han permitido reconocerles «sin género de duda». 


 Asegura que ambos atentaron contra la basílica del Pilar el 2 de octubre de 2013, empleando un artefacto explosivo compuesto por una bombona de gas y dos kilos de pólvora negra. En el momento en que se produjo la deflagración, además de cuatro trabajadores del templo, se encontraba dentro un grupo de 50 turistas norteamericanos con su guía y otros tres visitantes más que quedaron momentáneamente retenidos en un ascensor.


La acción fue avisada minutos antes a través de una llamada telefónica efectuada a un centro de estética cercano, aunque los empleados creyeron que se trataba de una broma y no dieron aviso a las Fuerzas de Seguridad. El atentado fue reivindicado después en una plataforma de internet, vinculándolo con otro ataque sucedido en la catedral de la Almudena de Madrid. 


 Tanto el hombre como la mujer fueron grabados por cámaras una hora antes de la acción y vestían «ropa inadecuada para las condiciones climatológicas». «Por su comportamiento y bultos, llamaron la atención de los investigadores», agrega el auto, en el que se detalla –con precisión milimétrica gracias a las cámaras de seguridad de las estaciones– el viaje que hicieron los anarquistas  desde Barcelona hasta Zaragoza. Se relata, por ejemplo, cómo  Francisco Javier Solar, en ningún momento del trayecto se desprende de una caja –donde presumiblemente iba el explosivo sin activar– alegando que contiene «objetos delicados» cuando sube al autobús en la Estación del Norte de Barcelona. 


La pareja es grabada de nuevo por las cámaras de seguridad de la Estación Delicias y de las cafeterías de la plaza del Pilar, donde aparecen «con vestimenta de invierno en un día caluroso». Es con estas imágenes donde se comprueba cómo abandonan el paquete explosivo en el interior del templo 35 minutos antes de la explosión (que se produjo a las 13.45). Unos 72 minutos después de la deflagración, la pareja vuelve a la Estación Delicias ya sin el sospechoso bolso de asas que contenía dos kilos de pólvora.


El juez considera que esta acción debe calificarse de «puramente terrorista» por «el lugar, la hora elegida para la explosión, la cantidad de sustancia colocada, el continente de la sustancia, el modo de colocación, que su acción alcanzase al menos los 26 metros de onda expansiva y la ausencia de aviso previo». 


En cuanto al intento de atentado contra el monasterio de Montserrat, el magistrado argumenta que su ideología anarquista, acreditada mediante el abundante material incautado en sus domicilios, es «difícilmente compatible con las creencias de fe católica o el interés cultural por el arte sacro». Además, «los acusados no muestran interés alguno en la figura de la Virgen y sí en el resto del templo, donde parecen fijarse en detalles de las alturas, gesto que bien puede interpretarse como de búsqueda de cámaras de seguridad».