Zaragoza

Gangas, música y buen rollo en Las Armas

El mercadillo de segunda mano atrae a cientos de curiosos al patio interior de Las Armas. Se venden o cambian desde ropa a cortes de pelo.

Mercadillo en el patio de Las Armas
Gangas, música y buen rollo en Las Armas
P.F.

Un bolso por tres euros, un corte de flequillo por dos, un libro de Barco de Vapor por uno y unas horas de buen ambiente, gratis. El Market-Re-Place, en el patio interior de Las Armas, está siendo un éxito de público. Las ventas son hoy lo de menos.


El mercadillo de segunda mano instalado en el patio interior de la calle de Las Armas atrae a cientos de curiosos este domingo, entre las 12.00 y las 19.00. Cualquiera podía montar su puesto, inscribiéndose previamente. DJ Desafinado y DJ's Fucktibles ponen la música.


"Hemos traído libros, juegos, bolsos, sombreros... lo que hemos encontrado por casa. Va muy bien. Antes de empezar ya había mucha gente", cuentan María Díaz e Ignacio Furniés, primos.


"De momento he comprado un bolso por tres euros. Y creo que también me voy a llevar una falda muy chula. Me encanta este mercadillo. Ya era hora de que se hicieran cosas así en Zaragoza", apunta Lucía Bolea, de 25 años, enfermera y vecina del barrio.


"Entre varias amigas hemos hecho una selección de cosas para traer aquí. Tenemos ropa, lámparas, libros, casi todo por uno o dos euros. Lo más caro es un tocador del ajuar de la madre de una amiga", señala Bea Ingalaturre, peluquera de 32 años. También ha instalado un espejo y un taburete, y corta flequillos por dos euros.


También están abiertos al público algunos de los negocios de emprendedores de la calle, como la librería El Armadillo Ilustrado. "Estos eventos vienen muy bien para que la gente venga a conocernos. Es increíble que haya tanta gente", afirman Victor García y Bea Barbero, mientras la gente cotillea sus libros (comic, libros infantiles, novelas...). Los nuevos locales de emprendedores de Las Armas pronto cumplirán un año. "Estamos contentos, el barrio ha cambiado mucho y viene gente nueva", subrayan.


Los visitantes del Market-Re-Place pueden cotillear, comprar y cambiar hasta las 19.00. Y recordar. "Hemos venido a dar una vuelta. Nacimos en esta calle y nos emociona ver cómo ha cambiado todo. Aquí había una pescadería, ahí una cestería, un almacén de olivas...", cuentan Carmen Gallego y Miguel Ángel Cerdán, de 73 y 75 años.