Funcionarios de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía de Aragón han detenido a una persona e identificado a otras cuatro en el transcurso de dos operaciones contra la compraventa ilegal de oro.

En las operaciones los efectivos se han incautado de gran cantidad de dinero en efectivo, reactivos para oro, básculas, crisoles para fundición, documentación al parecer falsificada y numerosas joyas de oro, informa el Cuerpo Nacional de Policía en una nota de prensa.

En la primera de las operaciones se ha desarticulado un clan familiar que se dedicaba a la compra ilegal de joyas de oro en la vía pública y que, al parecer, utilizaban un establecimiento comercial, regentado por el líder del grupo, como cobertura para el ejercicio de la actividad, que contaba con vigilancia permanente.

Además se apoyaba en individuos que actuaban como captadores de clientes en las proximidades de varios establecimientos especializados en la compraventa legal de oro.

La compra del oro se pagaba en efectivo y sin exigir al vendedor ningún tipo de documentación ni reflejar la operación en el preceptivo contrato, por lo que se trata de transacciones totalmente opacas tanto desde el punto de vista fiscal como del policial, ya que evitaban las normativas que obligan a los establecimientos dedicados a tal actividad a someterse a un control administrativo y policial exhaustivo con el cumplimiento de estrictos requisitos.

En el momento de la actuación policial, se les incautaron 9.000 euros en efectivo, así como 150 gramos de oro en joyas, básculas digitales para su pesaje, reactivos para el metal y tarjetas publicitarias.

Los agentes han puesto los hechos en conocimiento de la Delegación del Gobierno, autoridad competente para la tramitación y sanción administrativa correspondiente.

En la segunda de las operaciones, efectuada con la colaboración del Grupo de Policía Judicial de la Comisaría de Distrito Arrabal, se procedió a la detención de un individuo por un presunto delito de receptación.

Los investigadores de la comisaría de Distrito de Arrabal lograron identificar un establecimiento de compraventa de oro donde, al parecer, habían sido vendidas joyas procedentes de un hurto.

En una inspección en el establecimiento se comprobó que su titular incumplía sistemáticamente los requisitos que regulan la actividad.

Tras la elaboración de las diligencias el hombre ha pasado a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia.