"La Sábana Santa de Campillo está entre las mejores copias"

Campillo de Aragón vuelve a mostrar esta Semana Santa la valiosa réplica de la Síndone de Turín, considerada de las de mayor calidad por la fidelidad de sus detalles

La Sábana Santa abierta, que se sacará a la veneración de los fieles en Jueves y Viernes Santo
"La Sábana Santa de Campillo está entre las mejores copias"
Jorge Miret

El pequeño municipio de Campillo de Aragón, en la Comarca de Calatayud, atesora una de las mayores curiosidades en religiosidad y reliquias de España, una copia de la Sábana Santa de Turín, que guarda y venera el pueblo desde el siglo XVII. Protegida bajo cuatro llaves en un altar que fue construido para su custodia, este Jueves y Viernes Santo volverá a ser una de las escasas ocasiones del año para contemplarla.


"Es una joya, una reliquia es muy grande", dice José Pérez, sacerdote e hijo del pueblo, quien resalta que "la Sábana Santa de Capillo está entre la mejores copias del mundo. Porque hay muchísimas, pero hay tres que son muy especiales", afirma el sacerdote. En el mundo hay numerosas copias del lienzo de Turín, solo en España de 15 a 20, y estas tres copias consideradas especialmente valiosas se encuentran una en Argentina, otra en Bolonia, y la tercera sería la de Campillo de Aragón. El sacerdote y gran estudioso y defensor del Santo Sudario, el jesuita Jorge Loring, ya fallecido, "estuvo viéndola hace años y dijo que era la mejor copia de España, y que era de las tres del mundo que marcan la diferencia con el resto", apunta José Pérez.


Un valor que viene dado por "la fidelidad de los detalles con la de Turín", como los rastros de sangre, las llagas del cuerpo, el rostro, las marcas de los pliegues o las formas en triángulo de los remiendos que sufrió el lienzo original cuando en el siglo XVI fue afectado parcialmente por el incendio de la iglesia de Chamberí, donde se custodiaba entonces.


Pero para mayor valor histórico y devocional, Pérez defiende la hipótesis de que la Sábana Santa de Campillo se realizó sobre un lienzo que originalmente cubría la que para la Cristiandad envolvió el cuerpo de Cristo. "Esta estaba habitualmente protegiendo la sabana de Turín, la retiraron y ahí trabajó el artista", asegura José Pérez, quien remarca además que "prácticamente tiene las mismas medidas, solo es tres centímetros más largo". El sudario de Campillo mide 4,40 de largo por 1,10 de ancho.Regalo de Fray Lucas Bueno Nuño

Y ¿cómo llegó esta reliquia hasta la Comarca de Calatayud? Fue en 1652 como regalo de Fray Lucas Bueno Nuño, religioso hijo del pueblo que llegó a ser Gran Prior de la Orden de San Juan de Jerusalén. La copia de la Síndone llegó enrollada en dos varas de ébano y dentro de una arqueta de roble.


Hacia 1675 la réplica se colocó en un altar construido en la iglesia parroquial de San Juan Bautista, donde permanece oculta para preservarla, y solo se exhibe tres veces al año, en Jueves Santo y Viernes Santo, en las fiestas patronales de septiembre y en las celebraciones de agosto.


La devoción a los objetos y restos de santos y a los relacionados con la Pasión de Cristo es uno de los signos distintivos del Cristianismo. "En la Edad Media hubo un fervor tremendo y se pagaba dinero por ellas. Las más numerosas fueron las del 'lignum crucis', dicen que si se pudieran juntar todos los trocitos que hay en el mundo se podría hacer una cruz grandísima", explica José Pérez.


Con la noticia del descubrimiento del Santo Sudario también se propagó su devoción, un entusiasmo que llevó a la fabricación de copias, además de que la Casa de Saboya que custodió el lienzo no lo guardó para sí, y ya desde el principio está documentado que en las iglesias de Lirey y Chamberí, en Francia, se expuso públicamente a la veneración de los fieles en fechas señaladas del calendario cristiano.Otras reliquias en Aragón

Esta no es la única reliquia destacada que se encuentra en Aragón, y que se exhibirá para adoración de los fieles en estos días de Semana Santa. También en Caspe, en Viernes Santo procesionará la Vera Cruz, considerado entre los 'lignum crucis' más grandes del mundo, con sus 19,5 centímetros de alto y 14,5 de ancho, que normalmente puede verse expuesto en la capilla de la Vera Cruz de la Colegiata. Pero son varios los templos aragoneses que cuentan con astillas o pequeños fragmentos supuestamente de la cruz de Cristo, como La Seo de Zaragoza o la Colegiata del Santo Sepulcro de Calatayud.


También en Calaceite, en el Matarraña, está muy arraigado el culto a su Santa Espina que, según la tradición, trajo un peregrino desde Tierra Santa en el siglo XIII. Se custodia en la iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción por la Cofradía de la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo y la Santa Espina.