Caritas destinó dos millones de euros a ayudar a familias

En el contexto de su Campaña del Día de Caridad, Cáritas hace balance del año 2013 y presenta los datos que ponen de manifiesto la dura realidad de la exclusión social en nuestro entorno. Esta organización viene constatando cómo la escalada anual de datos sobre la crisis es cada vez más alarmante, siendo, en numerosas ocasiones, las entidades sociales  las que deben poner sus recursos a disposición de las personas que la están sufriendo, viéndose desbordados por estas situaciones.

Acompañando a los últimos en tiempos difíciles

En este contexto, Cáritas presenta los datos de la Memoria del pasado año. Durante los seis primeros meses del 2013 atendió a 4.357 familias, que suponen un total de 10.212 personas. Lo hizo a través de los 117 puntos de acogida distribuidos por toda la diócesis. 

El tipo de familia más frecuente en este periodo (primer semestre 2013) ha sido la de pareja con hijos, que representa 4 de cada 10 familias (39,9%). Las personas solas suponen un 25,4% y las familias monoparentales un 22,3%.

Cáritas Diocesana de Zaragoza destaca que 3 de cada 10 familias han sido atendidas por primera vez en este año, lo que supone un 32,2% del total. Además, más de la mitad de familias acompañadas han sido familias con menores (55,1%), familias que en su situación de precariedad, pobreza o exclusión, son un reflejo del sufrimiento cotidiano de miles de ciudadanos y, sobre todo, de niños que no cuentan con apoyos suficientes para poder sobrellevar situaciones traumáticas como son el desempleo de sus padres, las condiciones y dificultades de acceso a la vivienda, salud, educación, etc.

La inseguridad vital en nuestros días está ligada, aunque no exclusivamente, a la destrucción de puestos de trabajo. Y las elevadas tasas de desempleo, un año más desde el inicio de la crisis, se han hecho notar en el perfil de las personas atendidas en edad de trabajar (16 a 65 años), pues casi siete de cada diez personas, atendidas en el primer semestre de 2013, se encontraban en situación de desempleo, un 67%.

El régimen de tenencia de la vivienda mayoritario de las familias acogidas ha sido el régimen de alquiler, con un 54,2% de familias. También destaca que, al menos, un 11,2% de las familias habían realquilado espacios en viviendas y el 10,6% tenían viviendas en propiedad. Las familias sin domicilio en el momento de ser atendidas representan un 4,6%, porcentaje reducido pero importante dado que la no disposición de vivienda es uno de los factores que más favorecen la exclusión social. Asimismo, es de destacar que un 4% de las familias residían en viviendas cedidas.

Espacio de esperanza 

Según datos de la Fundación FOESSA de Cáritas Española, el total de personas afectadas por situaciones de exclusión en España ha pasado del 16,3% en 2007 al 25,1% en 2013, siendo en los últimos cuatro años cuando se ha producido el mayor deterioro. Si esos datos los suscribimos a Aragón, estaríamos hablando de cerca de 255.000 personas en procesos de exclusión social, es decir el 19,1% del total de la población en la región (más de 83.000 hogares). Y cerca de 107.000 personas (el 42% del total de la exclusión) bajo la consideración de exclusión más severa.

Parte de la esperanza que buscan estas personas que sufren provocada por el abandono de las administraciones competentes para protegerles en sus momentos difíciles, la han podido encontrar en Cáritas, y no sólo por el apoyo económico prestado, que también -un para nada despreciable número de 13.470 ayudas económicas por un importe de 1.918.930,02 € en todo el 2013-, sino por la cercanía, la dedicación, el empeño y el respeto que todos los agentes que conforman estea organización ponen situándolas en el centro de su misión y atención. Socios, voluntarios y trabajadores construyen juntos estos espacios de esperanza.

Cáritas ha multiplicado por más de 5 el importe dedicado a ayudas económicas en los últimos seis años, siendo que sólo el 9,27% de sus ingresos en 2013 procedía de las administraciones públicas. Destaca el periodo del 2012 a 2013 donde aumenta un 59% el número de ayudas y la cuantía total se eleva un 70%.

Esta organización percibe día a día muchos signos de esperanza, desde lo pequeño, lo cotidiano, lo personal. Signos cuya suma constituyen grandes testimonios que quiere transmitir a la comunidad cristiana y a la sociedad en general para que sirvan de contagio y efecto multiplicador: nuevos voluntarios, cuyos talentos son siempre necesarios, la generosidad de las colectas, el desprendimiento de socios y donantes, así como los legados procedentes de personas altruistas que dejan sus bienes y derechos a Cáritas Zaragoza.

Los medios financieros recibidos, su gestión eficaz y austera y el trabajo inestimable de voluntarios y técnicos, permiten mejorar y ampliar las actuaciones dirigidas tanto a la atención directa a familias y proyectos especializados como a las menos mediáticas pero no por ello menos importantes, como son aquéllas que promueven la siembra de la esperanza y la transformación social, a través de la sensibilización y la animación de la comunidad y la denuncia profética ante la injusticia.