UNIVERSIDAD

Una avería paraliza la Facultad de Ciencias por el intenso calor

Tras semanas sin aire acondicionado, varias investigaciones se han suspendido para no dañar los equipos

zaragoza. Una avería en el sistema de climatización de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza tiene paralizados buena parte de los proyectos de investigación que se desarrollan en este edificio. Según denuncian los trabajadores, desde hace más de tres semanas se están superando los 40 grados de temperatura en las aulas y laboratorios. Una situación que califican de "grave", ya que "muchos equipos están inutilizados porque no pueden funcionar a más 20 grados", explican.

Buen ejemplo de ello son los aparatos usados para la resonancia magnética nuclear, equipos que "se emplean en el trabajo del día a día", según comenta uno de los investigadores que lleva a cabo su labor en el edificio. Dos de estas máquinas se encuentran paradas ya que "si se utilizaran con este calor se evaporaría el nitrógeno líquido y explotaría", asegura.

De esta forma, algunos de los científicos en prácticas que han venido a Zaragoza para desarrollar sus investigaciones se encuentran con los brazos cruzados, y sin poder avanzar en su trabajo. Es el caso de Andrea Di Giuseppe, un joven de 28 años llegado de la región italiana de L¿Aquila, donde los efectos del terremoto de esta primavera le han obligado a salir de su país. Giuseppe, con su escaso nivel de castellano, solo podía exclamar que la situación en los laboratorios era "horrible".

Problemas de mantenimiento

Según informaron desde la institución académica, se está haciendo todo lo posible para solucionar el problema cuanto antes. Como explicó a este periódico Joaquín Royo, adjunto al Rector para Infraestructuras, "la avería ha afectado a dos de las máquinas que funcionan durante todo el año, con la mala suerte de que ambas han coincidido en plena ola de calor". Al parecer, la empresa encargada del mantenimiento de las instalaciones no hizo frente al problema, por lo que se tuvo que rescindir el contrato y hacer uno nuevo con otra compañía, lo que ha retrasado las reparaciones. Los aparatos afectados apenas tenían cinco años de antigüedad.