FAUNA

Roban una tortuga protegida del acuario de Ranillas

El ladrón se tuvo que subir al terrario y ocultar el galápago de las cámaras del centroLa dirección, preocupada, pide civisimo tras la primera 'baja' desde la apertura en junio

El acuario fluvial de la Expo ha denunciado el robo de una tortuga protegida, incluida en el catálogo de especies amenazadas en Aragón, de uno de los terrarios. Su director técnico, Pedro Gimeno, indicó ayer que algún desaprensivo se encaramó el pasado fin de semana en la instalación y se llevó el ejemplar, del tamaño de medio balón de balonmano, oculto entre sus pertenencias para burlar el control de las cámaras de seguridad. Este es el primer robo que sufre el acuario desde su apertura hace nueves meses.

 

Pedro Gimeno explicó que el galápago está dotado de un microchip que lo identifica, por lo que instó a devolverlo a la Policía o directamente al acuario. "Es un ejemplar especial, no es una tortuga de tierra que pueda vivir en una casa. Si no vive en su hábitat se estresa y deja de comer", añadió.

 

El ejemplar, de 398 gramos, fue cedido por el Grupo de Recuperación de la Fauna Autóctona de Majadahonda (Madrid) y convivía con otros dos galápagos europeos. El terrario, de cinco metros de superficie y parcialmente inundado, cuenta con piedras naturales y otras de resina de poliéster, entre las que solía esconderse. "Empezamos a echar en falta al galápago y el lunes desmontamos la instalación, pero no estaba. Y no estaba fácil acceder, no era llegar, meter la mano y cogerla", añadió con malestar.

 

Gimeno remarcó que esta clase de tortugas no se pueden comercializar y advirtió del riesgo que tiene para su supervivencia que se abandone en la ciudad. "Pedimos a la gente que se mentalice de que este tipo de fauna fluvial tiene un gran atractivo biológico, por encima del económico", enfatizó.

 

El director técnico del acuario manifestó su preocupación por la falta de civismo que demuestran algunos visitantes y reclamó concienciación para preservar unas especies protegidas "con un alto valor ecológico". Gimeno aseguró que algunas personas lanzan "monedas, galletas y hasta tampones" a las peceras y terrarios, lo que puede provocar más de un problema. "Nos encontramos de todo, especialmente en el área de cocodrilos y caimanes, de los que tenemos cuatro ejemplares. La semana pasada le quitamos una bola de plástico de la boca a un cocodrilo. Si llega a tragársela se podría haber ahogado", añadió.

 

Pedro Gimeno indicó que el acuario mantiene varios acuerdos con centros de recuperación de especies, fruto del programa de educación ambiental que ofrecen a los centros educativos interesados. La semana que viene está prevista la llegada de una tortuga amazónica del zoo de Mallorca. "No pueden mantenerla al carecer de instalaciones adecuadas y nos haremos cargo de ella", apuntó.

 

Las instalaciones también han recibido en los últimos tres meses un Varano del Nilo, un lagarto de un metro de largo decomisado en Mallorca, y dos ejemplares jóvenes de lagartos barbudos australianos, de 40 centímetros de longitud. "Vinieron juntos en barco", recordó.