NAVEGAR POR EL EBRO

La lámina de agua del azud no llega ni al Puente de Piedra

La máquina dragará hasta 80 centímetros en cinco puntos del tramo urbano para que los barcos puedan navegar sin percances

Los políticos llegaron a decir que el azud garantizaba la navegación hasta las mismas puertas de la Expo, pero la lámina estable de agua no llega ni al Puente de Piedra. El remanso de agua que se genera en Vadorrey apenas cubre una cuarta parte del tramo urbano del río, por lo que el dragado afectará incluso a la zona situada aguas arriba del Puente de Hierro para que los barcos no encallen. La máquina dragará hasta 80 centímetros en el lecho del cauce en cinco puntos del cauce.

Fuentes implicadas en el proyecto señalaron que el calado máximo llega a los 2,67 metros en las compuertas de la presa de Vadorrey y se va reduciendo hasta rondar los 70 centímetros a la altura del balcón de San Lázaro. Este es uno de los puntos en los que la draga trabajará la próxima semana para garantizar un canal de navegación a la contratista del transporte fluvial, Turismo Ebro Fluvial.

 

Las citadas fuentes señalaron que habría que elevar el azud un metro más para extender la lámina de agua. "Se tuvo que rebajar uno de los ojos del Puente de Piedra porque era la única forma de que las embarcaciones pudieran remontar el río ante la falta de calado", añadieron.

Cuatro kilómetros de paseo fluvial

La presa de Vadorrey genera una lámina de poco más de un kilómetro de longitud, pero el tramo de navegación hasta el embarcadero de Ranillas se alarga cuatro kilómetros. Los expertos señalaron en su día que con el azud se podría elevar el cauce hasta la altura del Puente de Santiago, donde los efectos serían casi imperceptibles, de unos cinco centímetros. Tampoco se ha cumplido en el periodo de estiaje.

 

La intervención de este año se centra en cinco puntos del tramo urbano, entre la pasarela del Voluntariado y aguas abajo del Puente de Piedra. La draga extraerá capas de entre 20 y 80 centímetros de profundidad del lecho, donde el verano pasado se creó un canal de navegación. En total, se actuará en 380 metros lineales.

 

Las embarcaciones requieren de un calado mínimo de 90 centímetros, por lo que el Ayuntamiento se vio obligado a dragar un canal. La consultora de ingeniería Sers elaboró el proyecto de intervención, consistente en la conexión de las fosas existentes en el río (donde hay más profundidad). Para ello, se creó un recorrido con quince metros de anchura mínima para garantizar un calado mínimo de un metro.

 

El arrastre de materiales, en parte debido a la acumulación de áridos de las penínsulas empleadas en la construcción de los puentes, ha colmatado parcialmente el canal. En total, hay que extraer 2.000 metros cúbicos de gravas, una quinta parte de lo que se sacó en los dos últimos veranos. Según el Ayuntamiento, la eliminación de las penínsulas a lo largo de este verano minimizará los trabajos en los próximos años.