De un cambio de ruedas a elfos y hadas

El fin de semana presenta una amplia oferta de entretenimiento cómico, dramático y musical al aire libre. El talento aragonés tiene una fuerte presencia en la oferta global. Los pasacalles se llevan la palma en impacto.

Anoche, en Don Jaime, los taxis se convertían en coches de Fórmula 1. Seis actores de Kaina Teatro les hacían una parada en boxes con cambio de neumáticos, repostaje y bloqueo hasta la finalización de su trabajo. Todo ficticio, pero 'currado', desde los trajes al atrezo. Después de unas cuantas maniobras, pasaban los cascos al personal para cuadrar el presupuesto del equipo. Humorada, sorpresa, pasión en el desempeño y contribución del espectador a la causa. Cuatro esencias del teatro de calle.


Los artistas de la calle tienen sus musas en la antigua Grecia, desde la bailarina Terpsícore a las teatrales Talía (nada que ver con la mexicana que puso celosa a Michelle Obama hace cuatro noches), Polimna y Melpómene, o las musicales Erato y Euterpe. Algunos milenios después, las referencias tienen la ventaja de la disparidad geográfica y cultural. Ejemplos: Won Bere, un invento edificado con mimbres africanos y zaragozanos, que combina varias artes con la rotundidad y la plasticidad como premisas, o el grupo Raíces Andinas de Bolivia, o los Fulani de Camerún.


En el Pilar hay clásicos de la expresión callejera. La música andina en los porches de Independencia, los violinistas que multiplican su presencia de todo el año en cada esquina del centro, los calés de la cabra, el organito pachanguero y la escalera. Presencia espontáneas que se alternan con las programadas en numerosas plazas del casco viejo y el frente fluvial. Mañana por la tarde, una compañía ecuménica como Zanguango Teatro (radicada en Burgos, fundada en Álava por Miguel Muñoz y con la colombiana Paula como argamasa creativa) mostrará sus poderes en la plaza del Justicia (18.00). "Llevamos -cuenta Paula- 15 años como compañía, y 2 con la pieza que llevamos a Zaragoza, 'Tocata y fuga en fu renol'. Allí se cuenta la historia de tres presos de la penitenciaría de San Dimas, que están en pleno programa de rehabilitación. A base de gospel, jazz y ska, títeres y danza, cuentan las historias que los llevaron hasta allá. Todo en clave de humor, pero con momentitos para que se encoja el estómago".


Paula cuenta con orgullo que "acabamos de volver del festival internacional de Montevideo con 'Tocata...' y funcionó de maravilla. El verano fue duro con presupuestos caídos y festivales que desaparecieron, pero tenemos nuestro espacio multidisciplinar en el Condado de Treviño, con una casa rural y actividades creativas varias. Vamos tirando".

 

Pirotécnico K de Calle

De Aragón brotan propuestas por doquier. K de Calle, cuenta una de ellas: los 'Recyklantex de Fuego', estrenada en la Expo y que ayer se representó por segunda vez. Desde la terraza Q4 de la Ribera del Ebro partió este pasacalles pirotécnico con dragón (de 15 metros, un 'pedazo bicho') cuatro zanquistas, patinadores y personajes futuristas cuyo cometido es 'iluminar' a la audiencia y purificarla. Míchel, de la compañía, contaba antes de arrancar que "ya teníamos ganas de volver con esto, hemos andado liados con otras producciones, pero estaría bien vender esta, viajar con ella. Salimos 2 o 3 veces al año por Europa, y actuamos siempre por toda España".


Los muchachos de Caleidoscopio Teatro estarán mañana con 'Gamusinos y otros duendes'. Horario: dos pases a las 12.00 y 18.00, con salida de la parte posterior de la Lonja y recorrido por plaza del Pilar y calle Alfonso. Roberto, que andaba ayer comprando las últimas piezas de atrezo para tener todo previsto, recordaba que llevaron este espectáculo a la Expo de Tailandia en 2007, y que Zaragoza podrá verlo por primera vez. "Toma elementos y muñecos clásicos de la compañía: es un pasacalles para todos los públicos".


'Gamusinos...' está poblado de personajes del bosque, duendes, hadas... 12 personas en danza y cuatro gigantes que abren paso, inspirados en los cuatro elementos fundamentales: fuego, agua, aire y tierra. Roberto aclara que la propuesta "no es explicativa, se centra en las sensaciones, los colores, elementos de la naturaleza y la ficción. Los personajes son traviesos y juerguistas: construyen un ambiente que es como una brisa".


Hay mucho más, pero no cabe todo. Con una programación musical floja, por decirlo suave, estas cosicas animan unas fiestas. Vale la pena cuidarlas.