ESPECTÁCULOS

Raphael: "El carisma de un artista debe ser único e irrepetible"

¿El ruiseñor de linares¿ actúa hoy en el príncipe felipe. ¿Hay canciones que no puedo dejar de hacer, son intocables en el repertorio¿. ¿Soy muy amigo de Enrique Bunbury¿.

Raphael sigue volviendo a Zaragoza, uno de los primeros sitios que le vio cantar.

Tengo mucho cariño a vuestra ciudad, ten en cuenta que, efectivamente, fue casi de lo primero que hice: del debut en Gijón vine a Zaragoza. Diecisiete noches en el Teatro Principal, la crítica me trató muy bien, estaba feliz..., y ahora tengo muchas ganas de que se vea la producción que llevo, quiero que el momento de ver otra vez al público zaragozano llegue ya.


Hay un zaragozano que hubiera ido seguro a verle, pero anda con su propia gira por América Latina: Enrique Bunbury.

Un gran amigo. Me ha descubierto muchos sitios en Zaragoza para pasear, tapear... es un muchacho fantástico.


Además de aquella versión suya del ‘Maldito duende’, de Héroes, la colaboración profesional ha seguido entre Bunbury y usted...

Han sido varias veces ya, y ha hecho una de las canciones más bonitas de mi actual repertorio, ‘Ahora’, que entrará en el grupo de canciones mías que no se olvidan, marca un antes y un después de muchas cosas. La escribió él solito, sin indicaciones ni nada, y me sorprendió mucho que diera tanto en la diana con mi forma de ver las cosas, de expresarlas. Habíamos hablado mucho, compartido mesa y mantel... pero sacó mi verdad como artista en un momento.


¿Anda usted tan recuperado de salud como parece? ¿De dónde ha sacado la energía?

Me han pasado muchas cosas buenas en la vida. Cuando estuve en un apuro como el que aludes, cuando estaba que me iba y me iba, también saqué fuerzas y volví a nacer.


A usted se le asocia con la sonrisa de sus películas en los sesenta, y su arsenal de gestos. ¿Eso sale solo o hay que trabajarlo?

Solo, solo, no es difícil sonreír cuando a uno se lo pide el cuerpo, lo mismo que si está en un guión. Yo soy así, no tenía que esforzarme: estoy agradecido a la vida, al público, a todo. Y como lo siento, lo muestro.


El patio solista español parece algo falto de carisma. ¿Hace falta más ‘raphaelismo’?

No tiene que haber otro Raphael, tienen que haber un ‘Lo que Sea’, no hacen falta segundas partes de nadie, ni Sinatras ni nada. Lo que sí hace falta es talento original, alguien que empuje con sus propias armas, aunque quienes le rodean se empeñen en que sea clon de alguien. Me imagino que les dicen: “mira a este”, y eso no es bueno. Cuando en los concursos de talentos les ponen las canciones que deben cantar... vamos cojos, hay que buscar personalidad y el que la tenga debe luchar por ser él mismo. Me he pasado la vida con ese pensamiento, y no es vanidad: admiro a muchísima gente, pero reclamo mi campo. El carisma tiene que ser nuevo, que surja único e irrepetible.


¿Qué repertorio trae? ¿No se harta de que le pidan siempre ciertas canciones?

Con tantos temas es complicadísimo elegir, pero está claro que hay canciones que no puedo dejar de hacer: son intocables en mi repertorio, si no las hago me fusilan. Pero creo que saldrá bien, alterno cosas más nuevas con clásicos, hay de todo en las cuarenta canciones que pueden hacerse en un concierto.


¿Concibe su vida sin música?

Jamás. Me gusta tanto la música, de todos los géneros, que la necesito para existir._Desde el jazz al flamenco o lo sinfónico, de todo. Pero siempre lo bueno, en cualquier encarnación. También me encanta conocer el folclor de cada país, que no lo folclórico entre comillas, eso es otra cosa: el estadounidense, chileno, mexicano, argentino, de ahí se saca la idiosincrasia de un pueblo.