ZARAGOZA

El transporte 'pirata' agrava la crisis de un sector que perdió 400 empresas el año pasado

Los profesionales denuncian que los vehículos ilegales se extienden "como setas" y advierten del peligro de contratar sus servicios.

"Se hacen mudanzas baratísimas". Solo hace falta un anuncio -este está sacado de un periódico- y una furgoneta -hasta puede ser alquilada- para montar una empresa de transporte ilegal. Los profesionales del sector denuncian que en épocas de crisis como la actual prolifera la competencia desleal, las personas que realizan mudanzas y transportes de pequeños portes sin la licencia correspondiente. Hay más 'piratas' en las calles y, además, hacen más daño, en una etapa en la que cada encargo es un tesoro, con negocios que cierran -calculan que 400 autónomos y pequeñas empresas de transporte han echado el cierre en Aragón en 2008- y otros que facturan hasta el 70% menos que hace año y medio.


Los más damnificados son los transportistas que hacen mudanzas o transportes de pequeñas mercancías dentro de la ciudad. Los vehículos pesados, aunque sufren los efectos de la crisis igual, no tienen tanto intrusismo, ya que son vehículos más fáciles de controlar por parte de las autoridades. "Nadie se pone en la carretera con un tráiler y sin papeles", confirma Fernando Viñas, secretario general de la Federación de Empresas de Transporte de Mercancías de Zaragoza (Fetraz).


El caso más habitual es el de quien decide dedicar su furgoneta o pequeño camión para hacer pequeños trabajos dentro del casco urbano sin sacar las licencias pertinentes. Un fenómeno que aumenta estos meses. Se anuncian en periódicos y farolas con rótulos en sus furgonetas. "Siempre ha pasado en épocas de crisis, es matemático. Hay parados que, con las indemnizaciones de sus empresas, se compran una furgoneta y se ponen a funcionar sin papeles", explica Carlos Velasco, de la Asociación Empresarial PYME Transporte Aragón (Aepta). "Últimamente están saliendo como setas", confirma Sergio Almau, presidente de la asociación de transportistas de mudanzas. Paradógicamente, el año pasado se tramitaron menos sanciones (193) que en 2007 (255). De estos casi dos centenares, 30 llegaron por las actas de inspección de transporte de la DGA, y el resto de la mano de la Guardia Civil y de la Policía Local de Zaragoza. El 75% se produjeron en la capital aragonesa.


El gremio que más sufre estos meses es el dedicado a las mudanzas. "Estamos doblemente afectados, ya que nos toca la crisis del transporte y la de la construcción", lamenta Almau. "Es el sector más pirateado que existe", confirma Fernando Viñas. Los que realizan estas mudanzas irregulares se ahorran el alta, la tarjeta de transportes, las tasas municipales, el pago de la seguridad social, los salarios que marca el convenio profesional… Con todo ello, ofrecen precios "un 50 por ciento más baratos que una empresa con todo en regla", confirma Viñas.


A menor precio, menor calidad y seguridad en el servicio. Almau advierte de una extendida práctica: "Hay quien pacta un dinero por mudanza y, al llegar al lugar de destino, ese precio sube repentinamente. Hasta que no pagan, amenazan con no sacar los muebles del camión". "Eso por no hablar de seguros. Esta gente ni los conoce", añade el presidente de las empresas de mudanzas, quien calcula que el sector ha perdido "al menos el 50% del negocio".


Carlos García, encargado de la sectorial del transporte de la Unión de Pequeños Trabajadores Autónomos (UPTA), observa que otra de las prácticas habituales es que grandes empresas, como algunos supermercados, subcontraten a repartidores sin licencia para los repartos. "En la paquetería urbana no hay ningún control. Hay empresas que contratan a alguien que tiene todo en regla, pero luego este tiene a cuatro que están en situación irregular", denuncia.


Otro de los fenómenos recientes es el de los ilegales que, apostados en la puerta de las grandes tiendas de muebles del extrarradio, se ofrecen a los clientes que salen para llevarles la carga. Una vertiente más de un problema que afecta a un sector ya de por sí tocado.