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Un fin de semana de torrijas solidarias en un convento del centro de Zaragoza

La cuarta edición del Mercadillo La Torrija Solidaria se celebra hasta el domingo en la casa de las religiosas de María Inmaculada.

Cuarta edición del Mercadillo de la Torrija Solidaria de Zaragoza.
Cuarta edición del Mercadillo de la Torrija Solidaria de Zaragoza.
Montañés

Ni las bicicletas son solo para el verano, ni las torrijas son solo de Semana Santa. Se demuestra en la alta gastronomía y también en la cuarta edición del Mercadillo La Torrija Solidaria, que se celebra este fin de semana en Zaragoza.

La casa de las religiosas de María Inmaculada del paseo de la Constitución es el lugar donde se vende este dulce elaborado de forma artesanal. En la cocina del convento, el "laboratorio de las torrijas", la producción no cesa. Cortar, bañar, freír, rebozar con azúcar y canela y servir. La seña aragonesa está presente, con el pan de una panadería de solera y huevos de Villamayor de Gállego.

Las torrijas se pueden degustar allí, en una mesas que han instalado para tomar con chocolate y café o disponerlas para llevar. La cita dio comienzo este viernes a las 10.30, con la inauguración por parte del párroco de Santa Engracia, y se desarrolla durante todo el fin de semana. Este sábado están en horario de 17.00 a 20.30 por la tarde y el domingo de 11.00 a 15.00 y de 17.00 a 20.30.

¿Por qué estás torrijas son solidarias? Porque todo lo recaudado va dirigido a beneficio de la reconstrucción de la casa de acogida para mujeres sin recursos que la orden tiene en La Habana. "En ediciones pasadas se ha destinado a obras en Venezuela o Filipinas", recuerda Pilar Fierro, una de las organizadoras.

Cuarta edición del Mercadillo de la Torrija Solidaria de Zaragoza.
Cuarta edición del Mercadillo de la Torrija Solidaria de Zaragoza.
Montañés

Las torrijas caseras son la estrella, pero también hay puestos de textil, decoración, complementos, joyería, cuadros y juguetes. La recaudación de estos 'stands' también será para colaborar en la casa cubana. "Los bolsos son lo que mejor se están vendiendo", señala Margarita, una de las voluntarias, en su caso al frente del puesto textil, donde encontrar desde pañuelos a mantelerías artesanales.

"Es muy satisfactorio", es el mensaje que Margarita comparte con Antonia, que está al otro lado del puesto de los juguetes. "Esta mañana una señora nos ha traído esta cesta repleta de muñecas con chaquetas hechas a mano", muestran con orgullo estas colaboradoras. Hay artículos que se venden "bien", como las novelas, lo confirman Feli y Gloria.

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