urbanismo
Obras a 6 metros de altura por unos desprendimientos en la iglesia de Santiago el Mayor de Zaragoza
La Gerencia solicitará este lunes la revisión de los elementos que presenten riesgo. La iglesia contrata a una empresa para llevar a cabo el arreglo.
El desprendimiento de unos cascotes en la céntrica iglesia de Santiago el Mayor de Zaragoza -ubicada en la avenida de César Augusto, frente a la plaza de Salamero-, obligará al Arzobispado a acometer obras para garantizar la seguridad del edificio y de los viandantes. Los elementos se desprendieron de la fachada el pasado mes de febrero, concretamente en la parte que da a la calle de José Camón Aznar. La Gerencia de Urbanismo requerirá mañana a la propiedad del inmueble que proceda a la revisión de repisas, cornisas y aleros, así como a la reconstrucción de aquellas en mal estado que tengan riesgo de soltarse.
Los Bomberos acudieron tras la caída de los cascotes a comprobar el estado de la iglesia y el Ayuntamiento de Zaragoza emitió en ese momento un informe alertando del desprendimiento. Desde los servicios diocesanos, según indican fuentes del Arzobispado, se trató con el servicio municipal y se identificó la parte dañada. Finalmente, se determinó que la actuación de reparación debía consistir en un repicado puntual del revestimiento del mortero existente en la fachada que coincide con lo que fue el antiguo claustro.
Concretamente, los operarios tendrán que trabajar a seis metros de altura para reparar la zona afectada, según especifican las mismas fuentes. A principios de este mes de marzo el Arzobispado mantuvo una reunión con el servicio de Inspección Urbanística del Consistorio, que dio el visto bueno a la intervención. Se ha contratado, asimismo, a una empresa para que se encargue de llevar a cabo las obras, aunque todavía se debe concretar la fecha en la que se llevarán a cabo los trabajos, así como el tiempo que durarán y su coste. "Estamos pendientes de que la empresa contratada por la iglesia ejecute y el servicio técnico del Arzobispado emita un informe", explican.
Se trata, no obstante, de un "arreglo puntual", tal y como indican, que estará solucionado próximamente. Nada tiene que ver con el caso de las torres de la basílica del Pilar, que permanecer todavía valladas desde el pasado mayo a la espera de que comience una compleja y delicada intervención que alcanzará los tres millones de euros y se prolongará durante dos años.
Recientemente, el Ayuntamiento de Zaragoza reclamó al Cabildo Metropolitano el pago de 27.777 euros por la colocación de una de estas vallas, ya que el Área de Urbanismo tuvo que actuar en un primer momento de forma subsidiaria. Primero se cerró en 2022 la torre de Nuestra Señora del Pilar por el desprendimiento de areniscas, y con el tiempo se vallaron también las de Santiago y Santa Leonor.
Las obras se paralizaron nada más iniciar el montaje de los andamios, ya que el proyecto debía que pasar primero por la comisión de Patrimonio.
En la Gerencia de mañana, el servicio de Inspección Urbanística también pedirá, entre otros inmuebles, la revisión del situado a la altura del número 14 del paseo de la Independencia, ubicado en la esquina con la calle de San Diego. En este caso, instan a la propiedad a comprobar de forma generalizada "los soportales, cornisas, vierteaguas, desprendimiento de mortero, barandillas, alféizares y vuelos de balcones".
