La Policía intenta aclarar si la muerte del bebé de Zaragoza fue de tipo homicida o imprudente

La madre del pequeño Juan Carlos, detenida como presunta responsable de su muerte, sigue en comisaría y se prevé que no declare en el juzgado de guardia hasta este miércoles.

Flores junto al árbol donde la Policía halló muerto al bebé desaparecido en Zaragoza.
Flores junto al árbol donde la Policía halló muerto al bebé desaparecido en Zaragoza.
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Unas flores silvestres depositadas junto al árbol donde fue hallado muerto este domingo el pequeño Juan Carlos, el bebé de ocho meses que llevaba desaparecido desde el viernes 23 de febrero, han sido el sencillo pero emotivo gesto con el que alguien ha querido rendirle homenaje. Su cuerpo fue localizado en una zona ajardinada de El Portillo, pero ha sido al otro lado de Zaragoza, en el barrio de San Gregorio, donde este lunes dos forenses del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) le han practicado la autopsia para intentar determinar la causa del fallecimiento y poner algo más de luz en esta triste historia. 

El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional ha estado presente en la necropsia, ya que antes de poner a Tatiana Diguele, madre del menor, a disposición judicial, quiere atar todos los cabos posibles. De hecho, parece que los investigadores agotarán el plazo máximo de detención de 72 horas y no llevarán a la presunta homicida al juzgado hasta este miércoles. La Jefatura Superior de Aragón mantiene la cautela, y nada ha trascendido oficialmente todavía sobre la forma en que murió el bebé. Sin embargo, desde el primer momento se abordó el caso como una muerte de etiología violenta, por lo que es posible que el cadáver presentara lesiones externas.

Como ha adelantado HERALDO, la encausada, que residía en Zaragoza con su pareja pero procede de León, estaría atravesando una fuerte depresión. Así lo comunicó al menos su compañero sentimental y padre del bebé cuando este pasado fin de semana interpuso la denuncia por la desaparición de esta y el niño. Esta situación le hizo temer un fatal desenlace, de ahí que se aceleraran todos los trámites -incluida la intervención del móvil de Tatiana- para tratar de evitar lo que finalmente ha ocurrido. 

Posible trastorno como atenuante

La Policía no ha confirmado aún dónde y cómo se localizó a la madre del niño horas después de encontrar el cadáver. Pero todo apunta que, dado su estado, esta fue reconocida en algún centro sanitario u hospital de la capital aragonesa. Porque de cara a la investigación penal, puede resultar determinante que los médicos certifiquen si Tatiana Diguele sufre algún tipo de trastorno. De hecho, en caso de que acabe imputada por la muerte de Juan Carlos, esto le permitiría solicitar a su defensa la aplicación de una circunstancia atenuante o incluso eximente.

El trabajo de los investigadores del Grupo de Homicidios será también decisivo, puesto que serán estos quienes, con todas las pruebas reunidas, incluido el avance preliminar de la autopsia, determinen si la muerte fue de naturaleza homicida o imprudente. Algo esencial a la hora de un juicio, ya que la pena por un delito imprudente no puede rebasar los cuatro años de prisión. 

Como ha informado este diario, la mujer, de 31 años, está además embarazada. Se desconoce todavía de cuántos meses, puesto que Juan Carlos solo tenía ocho. La Policía ha sabido también que la investigada ya sufrió la muerte de otro hijo de corta edad hace algún tiempo.

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