25 años saliendo a la calle contra el maltrato en Zaragoza: "Ojalá no tuviéramos que hacerlo"

Las mujeres de Las Fuentes iniciaron la protesta en 1999 en el monumento a Las Aguadoras y siguen concentrándose el primer martes de cada mes, con los demás barrios, en la plaza de España. 

Mujeres que asisten a las concentraciones contra el maltrato, en la Fuentes de las Aguadoras.
Mujeres que asisten a las concentraciones contra el maltrato, en la Fuentes de las Aguadoras.
Guillermo Mestre

Cada primer martes de mes, desde hace 25 años, las mujeres de los barrios de Zaragoza se concentran contra la violencia de género en la plaza de España. Comenzaron a hacerlo un 6 de abril, en Las Fuentes y manera espontánea, porque estaban "hartas" de ver cómo el maltrato, antes más latente, enturbiaba el ambiente en el barrio. Eligieron la Fuente de las Aguadoras porque sentían que las representaba. Lo recuerda Nieves Buj, expresidenta de la FABZ que, junto a Petra Castejón y Marisa Gracia, figura entre las promotoras de una protesta que, muy a su pesar, "aún es necesaria".

Las que llevan 25 años clamando a pie de calle contra el maltrato explican que desde los inicios, e incluso ahora, hay víctimas que acuden a la protesta para pedirles ayuda. Cuando iniciaron su lucha no existía, siquiera, un recuento de víctimas de violencia de género. Ni mucho menos una Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, que con 1.237 asesinadas (55 en Aragón) en 20 años dista mucho de ser eficaz. Pero se conocían demasiado bien sus consecuencias. Ana Orantes había sido asesinada en 1997 tras 40 años de torturas por su exmarido, después de que ella contara su historia en televisión. Unos años antes, Carmen Sánchez fue asesinada por su exmarido, Pascual Revuelto, en plena calle tras recibir quince puñaladas. 

Varias mujeres, en una protesta contra el maltrato en 2006, en Las Aguadoras.
Varias mujeres, en una protesta contra el maltrato en 2006, en Las Aguadoras.
Heraldo

Aunque las mujeres de las asociaciones vecinales podían aconsejar a las víctimas de maltrato en sus sedes, Marisa Gracia explica que "era difícil" que se dirigieran allí porque era un tema "privado y muy duro". Algunas, ni siquiera se acercaban a la protesta. Les pedían ayuda, después, cuando las veían paseando por el barrio. "Nosotras no estábamos capacitadas. Las acompañábamos a la Casa de la Mujer, donde estaban los profesionales",  recuerda Nines Gracia, del Picarral. 

Ólga Sánchez, coordinadora del área de Mujer de la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza, explica que eran años "difíciles". "Hace 25 años, había veces en las que era complicado poner la denuncia. No es igual la formación que tiene ahora los agentes que la tenían entonces", detalla. En algún caso, tuvieron incluso que acompañar a algunas de las víctimas hasta un hotel. 

Aunque en la Fuente de las Aguadoras eran poquitas las que empezaron a concentrarse, las que aún pueden siguen plantando caro al maltrato 25 años después. Pero "sin minuto de silencio", avisa Nieves Buj. "Ahora son ya minutos de gritar", proclama. Solo faltaba, lamentan la mayoría de ellas, la violencia vicaria, porque "no hay forma que haga más daño a una mujer que atacar a sus hijos".

Manuel Arnal, actual presidente de la FABZ, fue de los primeros hombres en sumarse a las protestas contra el maltrato. Hacía tiempo ya que había participado en manifestaciones de "las compañeras", aunque al principio solo era para protegerlas. Recuerda en especial la del 9 de marzo de 1983, cuando "elementos ultra" (contaba la prensa entonces) atacaron la manifestación feminista y resultaron heridas 15 personas. "Había rumores de que la iban a atacar. Y atizaron pero bien. Recogí a un amigo, psiquiatra del Clínico, y le llevé al hospital porque le abrieron la cabeza. También resultó herida la esposa del dirigente de Comisiones Obreras", recuerda Arnal. Ya en 1978 había en Zaragoza manifestaciones feministas en las que se reclamaban, entre otras cosas, la legalización del divorcio y la patria potestad compartida. 

Información sobre la manifestación.
Información sobre la manifestación.
Heraldo

A finales de los 80 no había en la capital aragonesa ningún piso de acogida. Y eso que en 1987 había constancia de 272 denuncias por malos tratos a mujeres. "Carencias policiales, legales y sociales dificultaban las salidas al problema, considerado aún en muchos ámbitos como de índole estrictamente privada", publicaba HERALDO.

A pie de calle, las mujeres de las asociaciones vecinales eran los "ojos del barrio". "La vecina cercana que te conoce y que te quiere ayudar", señala Ólga Sánchez. Las que no solo protestaban en la calle contra el maltrato sino que brindaban su apoyo a las víctimas que pedían auxilio y se querían dejar ayudar. Marisa explica que se sintió inspiraba por las Abuelas de la plaza de Mayo. Nieves, que se hartaron de ver mujeres asesinadas. Petra Castejón recuerda que más de uno se asustó cuando alguna acuñó el termino de "terrorismo doméstico". Aunque después, pasó lo que pasó.

De aquel grupúsculo de mujeres que se concentraban en la Fuente de las Aguadoras pancarta manual en mano se pasó, en la plaza de España, con la unión de más entidades vecinales, a una protesta mucho mayor. A la que se fueron incorporando hombres. Y que en algunos tristes momentos, acompasados con los más viles crímenes, fueron multitudinarias. Como ocurrió el 23 de mayo de 2021, en plena pandemia. Decenas de personas se concentraron en Las Aguadoras tras el asesinato de Katia en Las Fuentes a manos de su expareja que se tiró por el balcón, que cayó sobre un vehículo y no murió. 

Protesta en Las Aguadoras tras el asesinato de Katia en 2021.
Protesta en Las Aguadoras tras el asesinato de Katia en 2021.
Guillermo Mestre

"Las incondicionales siguen estando todos los martes", señala Ólga Sánchez, que explica que acostumbran ahora a "recordar a las víctimas" y trabajar otros problemas como el "lenguaje inclusivo, la publicidad y la invisibilidad que durante años han sufrido las mujeres en la ciencia". Trabajan con institutos, con las casas de juventud, con el IES Avempace, que tiene un grado sobre igualdad. Nines Gracia defiende que lo importante para combatir el maltrato es la educación en la familia y en el colegio. "El feminismo no va contra el machismo, sino que es pedir igualdad", señala. 

Conmemoran 25 años de una protesta en la calle que solo desean que acabe. Si los asesinatos continúan, seguirán convocando su protesta el primer martes de cada mes para remover las conciencias. 

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