De instituto okupado a centro cívico: el Luis Buñuel abrirá el comedor para mayores del Casco en septiembre

Avanzan las obras en plazo y la planta calle del edificio estará terminada a finales de abril. 

Responsables municipales, en la sala donde se instalará el comedor para mayores.
Responsables municipales, en la sala donde se instalará el comedor para mayores.
Francisco Giménez

Colegio pretoriano militar, Museo Provincial de Bellas Artes, antiguo Ayuntamiento de Zaragoza, instituto hasta 2005... Múltiples fueron los usos del Luis Buñuel, el histórico edificio de 6.000 metros cuadrados de la plaza de Santo Domingo, en el corazón del Casco Histórico, que proyectó Ricardo Magdalena en 1880, sobre una parte del solar del convento de los dominicos que fue destruido durante Los Sitios. Consumiéndose por un injustificado abandono, se okupó sin permiso en 2012 para ofrecer actividades comunitarias y en 2018, con Pedro Santisteve (ZEC) como alcalde, se firmó un acuerdo de cesión durante cuatro años al centro social comunitario. Esta mañana, casi un año después del desalojo, la actual alcaldesa, Natalia Chueca, ha visitado las obras que permitirán que en septiembre los mayores del Casco Histórico, más de 2.200, puedan utilizar el centro, que contará con aulas de actividades y un comedor social, uno de los recursos más esperados en el barrio. 

Uno de trabajadores, durante las obras.
Uno de trabajadores, durante las obras.
Francisco Giménez

Durante la visita, a la que han asistido también los concejales Víctor Serrano, Alfonso Mendoza y Paloma Espinosa, Chueca ha recordado que se trata de "un espacio muy esperado" pues los mayores "no tenían dónde hacer actividades". La transformación en centro cívico se adjudicó a Construcciones Rubio Morte por 460.887 euros (IVA incluido) y acabarán en abril. Esta primera fase del centro cívico supone la creación de un centro de mayores que se ubicará en la planta baja y que cuenta con una superficie de 1.722 metros cuadrados. La constructora ya ha iniciado el acopio de materiales de obra y se han ordenado dos catas para conocer el estado de los forjados de la planta calle. En concreto, se hará una en la rampa de entrada al hall principal, para poder estudiar cómo adecuarla a la normativa actual de accesibilidad, y otra en la zona del futuro comedor, que está en dos cotas diferentes y que deberá quedar uniforme y a la misma altura.

Se avanza así, de forma ágil, en convertir este histórico edificio en un centro para el barrio después de que los tribunales anularan el acuerdo de cesión a la asociación ocupante y ordenara su desalojo el pasado mes de febrero de 2023. Tras ser desocupado, Urbanismo realizó una inspección del estado del inmueble, donde se acumulaba una gran cantidad de basuras, residuos y enseres en grandes cantidades que suponían un serio riesgo de incendio. Ante esta situación, el Ayuntamiento de Zaragoza, para garantizar la salubridad del edificio, realizó una retirada de emergencia de todos los residuos y una limpieza en profundidad, incluida la desratización, que supuso a las arcas municipales un coste de 183.645 euros.

Chueca comprueba el estado de las obras.
Chueca comprueba el estado de las obras.
Francisco Giménez

Cobro a los que okuparon el centro

La alcaldesa de Zaragoza confirmó que la asesoría jurídica busca la manera de reclamar a la entidad que utilizaba las instalaciones del Buñuel sin permiso los 183.645 que costó limpiarlas después de que fueran desalojados por la Policía Nacional en febrero de 2023. Tanto el inmueble como el patio eran un auténtico vertedero de todo tipo de residuos en grandes cantidades. Había muebles, electrodomésticos, cristales rotos, e incluso material inflamable, y mostraba un estado general de "insalubridad", según dijeron en su día los técnicos. Salud Pública llevó a cabo además diversos tratamientos para acabar con la presencia de roedores.

Tras los trabajos preparativos en diciembre, se ha comenzado en enero con las fases de demolición de tabiques y desinstalación de elementos o cableados. La propuesta proyectada contempla la creación de un comedor, con una superficie de 58 metros cuadrados y una cafetería de 64 metros cuadrados donde ahora se ubica la Sala Azul y la antigua vivienda del conserje, además de un área de administración (55 metros cuadrados) que se situará en la zona de la entrada y un salón de actos de 207 metros cuadrados, a los que se suman los vestuarios y un almacén.

El comedor tendrá un aforo de 48 plazas

El futuro centro de mayores dispondrá también de cuatro aulas para la realización de clases y talleres, una de ellas será una sala dinámica con más de 100 metros cuadrados. Las obras de esta primera fase consistirán en la adecuación del interior de la planta baja para lo que será necesario demoler forjados y tabiques y construir de nuevo el espacio. Casi todas las instalaciones interiores, así como la carpintería serán nuevas en la mayor parte de los casos, mientras que se rehabilitarán los exteriores.

El centro de mayores será la primera fase de un proyecto que contempla la construcción de un centro cívico después de que el Área de Participación y Régimen Interior realizara un estudio sobre las necesidades de un equipamiento municipal de estas características a partir de las propuestas de distintos servicios. Este edificio cuenta además con un patio de 1.446 metros cuadrados útiles para la realización de actividades al aire libre, y un espacio exterior cubierto de 271 metros cuadrados en la alineación de la calle Celma.

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