Adiós al nido de cigüeña de Villamayor de Gállego: "Hemos llegado a tiempo"
Al mediodía, y en el segundo intento en quince días, han quitado el nido que estaba dañando la torre mudéjar del municipio zaragozano.
Los Bomberos han conseguido retirar este martes el nido de cigüeña que desde hace meses estaba deteriorando la torre mudéjar de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, uno de los elementos más emblemáticos de Villamayor de Gállego. Lo intentaron, sin éxito, el pasado 21 de diciembre. Pero el cierzo se lo impidió. "Empezaron a sacar sacos y todo se complicó mucho por culpa del viento. Lo tuvieron que dejar", recuerda Azucena Pascual, concejala socialista encargada de medio ambiente y de patrimonio cultural. A 20 días de febrero, y con la amenaza de una posible DANA, preocupaban los plazos. "El tiempo se nos echa encima", alertaba. A las complicaciones que se derivan de que el nido esté situado en una torre declarada Bien de Interés Cultural se suma que quedará prohibido retirar nidos del 1 de febrero al 1 de agosto al ser periodo de nidificación.
El nido, recuerda Azucena Pascual, " era un peligro no solo para la propia torre, que está catalogada como BIC, sino también para las personas: caían cascotes de un tamaño bastante considerable a la terraza de una familia de Villamayor, con el consiguiente peligro para la seguridad pública". Por eso se muestra este marte muy satisfecha de que, al fin, haya sido posible retirarlo.
A partir de ahora, los servicios técnicos municipales valorarán si se incoa un expediente de orden de ejecución para las obras de reparación, conservación y rehabilitación que correspondan. Al ser propiedad del Arzobispado, la concejala de patrimonio cultural de Villamayor explica que le corresponde al mismo "realizar esas obras". La Comisión de Patrimonio Histórico del Gobierno de Aragón ha orientado al equipo de Gobierno municipal sobre los pasos a seguir: si es reparación, únicamente se deberá informar de la misma a la Comisión de Patrimonio, y cualquier otra actuación, deberá ser previamente autorizada por la misma.
Después de estas obras, podrá colocarse algún tipo de medidas disuasorias, como las que se han instalado en torre de la parroquia de Gallur. En estos momentos, están pidiendo presupuestos de nidos prefabricados para colocarlos en un humedal cercano a Villamayor, "con el fin de buscar un nuevo lugar para que aniden las cigüeñas, ya que llevan viniendo a la torre hace muchísimos años", explica la concejala. Incluso se había colocado un nido en lo alto de la torre hace años, pero nunca llegaron a utilizado.
Azucena Pascual señala, aliviada, que "afortunadamente hemos llegado a tiempo. El plazo de la autorización finalizaba el 31 de enero, gracias a la excelente colaboración de los Bomberos de Zaragoza, especializados en este tipo de trabajo".
"Esperamos que para cuando la cigüeña regrese a Villamayor se empadrone con un nuevo emplazamiento más adecuado y menos peligroso, y que la reparación o restauración de la Torre se realice con la mayor celeridad. En Villamayor queremos poner en valor nuestro patrimonio histórico, y estamos comenzando una nueva fase de recuperación y consolidación del mismo, principalmente y en primer lugar, de aquel que nos diferencia", destaca Pascual.
Más de un año habían tardado en el Ayuntamiento de Villamayor en tener listos todos los permisos. Al cursar la solicitud en la Comisión de Patrimonio del Gobierno de Aragón, tuvieron la "mala fortuna" de que el cambio de denominación de los departamentos por el relevo del cuatripartito por PP-Vox les obligó a registrar la solicitud varias veces. "No les llegaba. Al final, hablamos con la arquitecta y nos dejó que la enviáramos por correo electrónico para que entrara en la reunión de noviembre", detalla Pascual. Tenían que acompañarla, además, de un informe de Bomberos que incluyera cómo se iba a retirar el nido.
Tampoco era sencillo el operativo. Como las calles son estrechas y el nido da al interior, los bomberos no pueden entrar en el pueblo con la grúa y acceden a él desde el interior de la torre. Lo probaron ya el pasado día 21 de diciembre, cuando se vieron obligados a suspender el proceso que habían iniciado, y también ayer, cuando lograron llevarlo a cabo.
Estaba claro que el nido no podía quedarse donde estaba. En la autorización excepcional para manipular el nido cursada por el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga), se argumenta que hay que retirarlo de la cornisa de la torre "por los riesgos que supone para la seguridad y la salud de las personas". Y desde este martes en Villamayor de Gállego tienen un peligro menos.
