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Vueltas al ruedo para Hoyos y Peñaranda en la apertura de la Feria del Pilar

El ciclo se abrió con una sosa novillada. Complicado debut con picadores del aragonés Boné. 

Pase por alto de Valentín Hoyos.
Pase por alto de Valentín Hoyos.
Ruben Losada/FotografiArte

Veintidos novilladas picadas había lidiado Valentín Hoyos antes de hacer ayer su estreno en una plaza de primera categoría, 17 llevaba toreadas Alejandro Peñaranda solo en esta temporada y ninguna el aragonés Ignacio Boné, que debutó con caballos… Valga esta estadística para condensar lo ocurrido en la apertura de la Feria del Pilar, en una tarde en la que, a falta de triunfos ni contenido artístico relevante, primó el oficio.

A Hoyos le funcionaron las muñecas. Guarda temple y técnica, pero eso no lo es todo. La ligazón de las faenas premiadas requiere otra colocación. También la chispa que no tuvo su primer novillo de La Machamona, tan noble y enclasado como justo de fuerzas. De ahí que las dulces embestidas que ofreció a la verónica no aguantasen el último tercio.

El salmantino se pasó de faena con el animal venido a menos y falló con la espada. Prefacio de lo que vino después ante el cuarto. Otro notable recibo de capa. Otro santacoloma que se empleó de entrada y acabó aburriéndose, echando la cara arriba en el remate de cada tanda de muleta. Otro espadazo defectuoso -muy bajo- que lo dejó sin oreja.

Aguantó bien el presidente José Antonio Ezquerra. La petición no era, ni mucho menos, mayoritaria. Y tampoco asomaron suficientes moqueros después, cuando se le pidió el trofeo Peñaranda por una labor resuelta ante lo más exigente del encierro.

Ese quinto fue un prenda. Se vencía continuamente por el izquierdo. Imposible robarle una tanda por ahí. Todo se vio por el derecho, con el chaval asentado pero sin lucimiento en los lances.

Más esforzado que poderoso. Más expuesto que ante su primero, al que quiso llevar en largo sin acabar de rematar los lances. Tardando en entender que aquello iba de dejársela puesta. De hacerlo repetir con suavidad y por abajo, como llegaron los mejores lances –sobresalió un pase de pecho– antes de que enterrase la estocada.

Impactó su buen manejo de la tizona. Mucho más, tras ver las dificultades de Boné. Con el tercero, uno de Soto de la Fuente de escasa transmisión, anduvo dubitativo y pinchó varias veces. Ante el sexto, al que recibió a porta gayola, tampoco se encontró y nos hizo pasar miedo por momentos.

Zaragoza le vino grande y lo de enfrente no ayudó. Al contrario. Fue lo menos potable de una novillada noble, manejable, aunque muy medida de raza.

Ficha

Plaza de toros de Zaragoza. Primer festejo de abono de la Feria del Pilar, con un cuarto de entrada en los tendidos. Se guardó un minuto de silencio por la muerte de Teresa Herrera, madre Raúl Gracia ‘el Tato’ y, seguidamente, sonó el himno de España antes de que se rompiera el paseíllo.

Se lidiaron cinco novillos de la ganadería La Machamona y uno de Soto de la Fuente (3º), desiguales en presentación y comportamiento.

Valentín Hoyos, que sustituía a Ismael Martín: Silencio tras aviso y vuelta al ruedo.

Alejandro Peñaranda: Ovación y vuelta al ruedo.

Ignacio Boné, que debutaba con caballos: Silencio tras aviso y ovación tras aviso.

Presidió José Antonio Ezquerra: Bien, correcto.

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