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Los barrios de Zaragoza instan a acometer la reordenación de líneas del bus pese a la prórroga de la contrata
El Ayuntamiento permitirá a Avanza tener vehículos de más de 16 años y le obligará a comprar 52 más totalmente eléctricos para alcanzar los 164.
El Gobierno de la alcaldesa Natalia Chueca sorprendió el pasado viernes aprobando una prórroga para la contrata del bus urbano que mantendrá a la concesionaria Avanza cuatro años más al frente del servicio. Fundamenta su decisión en varios factores: la necesidad de que la empresa amortice el dinero invertido para adquirir los nuevos vehículos eléctricos y adaptar las cocheras, las dificultades para elaborar unos pliegos precisos para el futuro contrato con una movilidad que acaba ahora de terminar de recuperarse de la paralización que trajo consigo la pandemia y el nuevo acuerdo que permitirá continuar durante este tiempo con el plan de renovación de la flota.
El actual contrato data de 2013 y, con esta, el Ayuntamiento de Zaragoza ha aprobado ya siete modificaciones. En este caso, se incluye por un lado la obligación de seguir adquiriendo autobuses hasta alcanzar un total de 164 que sean totalmente eléctricos. Ya había cuatro de estas características y se han comprando 68 sufragados en parte con fondos europeos, y próximamente se hará lo propio con otros 40. Pero por otro la modificación del contrato autoriza la prolongación de la vida de los vehículos que tengan más de 16 años.
Además, el nuevo plazo implica, entre otras cosas, que no será ya esta recién estrenada corporación sino la que resulte de los próximos comicios la que acometa la tarea de adjudicar el servicio. Y sobre todo relaja los tiempos, ya sin un calendario que apriete, para sacar adelante la demandada reorganización de las líneas, que iba de la mano con la renovación del contrato. La concejala responsable de Medio Ambiente y Movilidad, Tatiana Gaudes, aseguró que se seguirá trabajando en ello independientemente de la prórroga, pero desde los barrios piden garantías y aseguran que se trata de algo "urgente".
Para el presidente de la Federación de Barrios de Zaragoza, Manuel Arnal, era "evidente" que la ciudad necesitaba ya una contrata nueva. A su juicio, actualmente "no se está garantizando una movilidad de calidad", y pone como ejemplo el año y medio que duró la que fue la huelga más larga de la historia del servicio o las incidencias que se están produciendo en algunos autobuses, que registran averías provocando a su vez un incremento en los tiempos de espera en las paradas.
Y sobre todo recordó la necesidad de impulsar la reordenación de líneas en una ciudad "que ha crecido mucho en extensión y en usuarios". "La última se hizo con el tranvía, ha pasado más de una década, y ya se vería que sería necesaria otra a futuro", indicó. Sería necesario, a su juicio, encontrar una solución para el eje este-oeste y extender mejor las líneas a zonas en expansión como el barrio de Arcosur. "Hay líneas por ejemplo como la 33 y la 34 que están muy solapadas en sus trayectos", ejemplificó.
Coincidió con Arnal el presidente de la Unión Vecinal César Augusto, Constancio Navarro, a la hora de hablar de "falta de transparencia". Los dos líderes vecinales criticaron que no se haya consultado a los ciudadanos antes de tomar la decisión. "Creemos que siendo el asunto que más preocupa a los ciudadanos debería estar el Consistorio poniéndose manos a la obra lo antes posible para mejorar el servicio", sentenció.
En 2013, cuando se modificaron por última vez las líneas, la red pasó de abarcar 721 kilómetros a 593, y el número de paradas se redujo de 2.108 a 1.869.
