Condenado un profesor de piano a cuatro años de cárcel por abusos sexuales continuados en Zaragoza
Lo hechos enjuiciados comenzaron cuando el menor tenía 12 años de edad y ocurrieron durante las clases de piano que impartía en un centro musical.
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Zaragoza ha condenado a un profesor de piano a cuatro años de prisión como autor de un delito de abusos sexuales continuados a un menor de 16 años.
El tribunal ha condenado al profesor a la pena de inhabilitación especial durante 7 años y 1 día para cualquier profesión u oficio, sea o no retribuido, que conlleve contacto regular y directo con menores de edad, a la pena accesoria de prohibición de comunicarse por cualquier medio con el menor y de aproximación a menos de 200 metros del mismo durante cinco años.
Además le impone una pena de libertad vigilada durante cinco años, y le condena a pagar todas las costas procesales, incluidas las de la acusación particular. Como responsabilidad civil los magistrados le imponen la obligación de indemnizar al menor con 2.000 euros por daños morales.
Lo hechos enjuiciados comenzaron en mayo de 2018 cuando el menor tenía 12 años de edad y ocurrieron durante las clases de piano que impartía en un centro musical. El acusado le tocaba los genitales una vez en casi todas las clases, tras lo cual continuaba como si nada hubiera sucedido.
Estos hechos desagradaban al menor que no comprendía su significado, y le producían ansiedad, no contándoselo a nadie, ni haciendo nada para poner fin a esa situación, llevaba tres años estancado en las clases de piano, y el acusado le dijo que dejara la academia, y también su padre, pero al menor le gustaba tocar el piano, según los hechos probados.
Posteriormente, en octubre de 2020 presentó denuncia contra su padre, por maltrato y porque quería irse a vivir con su madre. Entonces le dijo lo ocurrido con el profesor a su hermano mayor, y después a su madre, aunque tardó diez días en poner la denuncia porque no quería perjudicar al acusado ni quería hablar de esos temas.
El tribunal considera que existe delito continuado ya que el acusado en mayo 2018 le efectuó tocamientos por primera vez y, "a partir de entonces le hacía lo mismo".
