Desmantelan un punto de cultivo de drogas y otro de venta en la comarca de Daroca
Se ha detenido a 4 personas que se dedicaban a esta actividad ilícita en las localidades de Manchones y Mainar, siendo dos puntos muy activos.
La Guardia Civil ha desmantelado un punto de cultivo de drogas en Manchones, donde se localizó una vivienda con más de 300 plantas de cannabis, y otro de venta de sustancias estupefacientes en Mainar, en la que se hallaron diferentes cantidades de cocaína, hachís y marihuana, y han detenido a cuatro personas en esta operación llevada a cabo en los dos últimos meses en la comarca de Daroca (Zaragoza).
Según informa la Guardia Civil, en marzo se tuvo conocimiento de la posible existencia de una vivienda en la localidad de Manchones que podría ser utilizada como lugar de cultivo de marihuana y de las investigaciones realizadas se obtuvo evidencias de esta actividad ilícita.
Se llevaba a cabo en una vivienda alejada del casco urbano, cuyas ventanas estaban completamente cerradas e incluso selladas con espuma aislante, conexiones ilegales de electricidad tomadas del suministro eléctrico público, un fuerte olor a marihuana que emanaba del interior, y unos extractores de ventilación mecánica en continuo funcionamiento ubicados en el tejado del inmueble.
El propietario del inmueble era un varón de nacionalidad albanesa que lo había adquirido escasamente un año antes y también obtuvieron los agentes información de otras dos personas que regentarían ese lugar, de la misma nacionalidad.
El 29 de abril se detuvo a uno de ellos cuando circulaba por una vía próxima a Manchones y en un registro posterior de la vivienda fueron sorprendidos los otros dos sospechosos que se habrían trasladado a la población para recoger y secar la plantación que se localizó en el interior.
En la planta superior de la vivienda, a la que sólo se podía acceder a través de una trampilla con una escalera de madera, se localizó la plantación de cannabis con 328 plantas en avanzado estado de crecimiento, listas para ser recolectadas, y que contaba con todos los elementos necesarios para su cultivo. La estancia, según la Guardia Civil, estaba sellada para evitar tanto la salida de olores como el visionado desde el exterior.
En la planta inferior se hallaron varios colchones tirados en el suelo y otros enseres.
A los tres detenidos se les imputó un delito contra la salud pública por tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal y defraudación de fluido eléctrico.
Por su parte, la investigación llevada a cabo en Mainar se inició poco antes que la de Manchones ante la posible existencia de un domicilio cuyo morador, de nacionalidad marroquí, se dedicaría a la venta de sustancias estupefacientes.
Las gestiones realizadas determinaron la identidad del mismo e informaciones que evidenciaban la actividad ilícita que desarrollaba desde la vivienda, frecuentada por multitud personas ajenas a la localidad en horarios en los que evitarían ser interceptados, a las que suministraría distintas sustancias, principalmente cocaína, hachís y marihuana.
El 14 de junio fue detenido en el exterior de la vivienda en cuyo registro se observó una falta de limpieza e higiene considerable, con acumulación de basura y gran cantidad de objetos apilados.
En la planta superior se localizó una estancia utilizada expresamente para la manipulación y preparación de las dosis de estupefacientes, básculas de precisión, rollos de alambre, diversos envoltorios para las distintas sustancias y otros elementos necesarios para la venta al menudeo.
Además se hallaron diferentes cantidades de cocaína, hachís y marihuana que se encontraban en lugares de muy difícil localización, tales como huecos entre el forjado de una obra que se estaba haciendo en una de las zonas de la vivienda.
El detenido portaba en el momento de ser localizado 925 euros en billetes de diverso valor facial y en el vehículo de su propiedad se localizó un compartimento oculto en la zona del cambio de marchas, donde se encontró una dosis de cocaína.
Del estudio de la información recabada durante esta operación se determinó que el detenido había realizado múltiples envíos de dinero a su país de origen durante varios meses y, tan sólo en los últimos cinco, más de 17.400 euros. Un beneficio económico que no se justificaría con los ingresos laborales o percepción de rentas por propiedades.
Al detenido, de 46 años, se le imputó un presunto delito contra la salud pública por tráfico drogas y quedó a disposición judicial al día 16.
