De Zaragoza a un orfanato de Nepal: "Si no lo hacemos ahora, no lo hacemos nunca"

Bea y Carlos, dos jóvenes profesores de Teresiano del Pilar, recorrerán medio mundo este verano para ayudar a unos chicos huérfanos de entre 10 y 20 años.

Los profesores de Teresiano del Pilar Bea Sierra y Carlos Villar, junto a otros miembros de la comunidad educativa, en la recogida de material para los huérfanos de Nepal.
Los profesores del colegio Teresiano del Pilar Bea Sierra, Carlos Villar y Mapi Mayayo, directora del centro, junto a varios alumnos en la recogida de material para los huérfanos de Nepal.
Bea Sierra

El verano es para muchos la época perfecta para relajarse, ir a la playa y descansar del largo invierno. Bea Sierra, de 30 años, y Carlos Villar, de 33, sin embargo, cambiarán las sombrillas y el helado por las botas de 'trekking' y cajas de material escolar para un grupo de niños huérfanos en Katmandú (Nepal). 

Durante una semana en julio, los dos jóvenes, ambos profesores del colegio Teresiano del Pilar de Zaragoza, en colaboración con la Fundación Carlos Pauner, visitarán el orfanato Asahaya Balghar y acompañarán a un grupo de chicos de entre 10 y 20 años sin familia, mientras les proporcionan material escolar que desde el centro educativo las familias han ido donando durante la última semana. Esta "aventura" -como ellos la describen- no es solo un viaje a uno de los países más conocidos de Asia, sino que surge de un deseo profundo por "ayudar a los más necesitados".

Bea es natural de Zaragoza, y Carlos nació en Soria, aunque se mudó a la capital aragonesa cuando comenzó a trabajar. Ambos son profesores de Educación Física: ella da clase en tercero de primaria y él, en sexto. Aunque los dos han hecho voluntariado con anterioridad a nivel local, en parroquias y en sus antiguos colegios, nunca se han visto ante un reto tan grande. 

La idea de ir a Nepal lleva gestándose años. "Es un viaje que programé hace tiempo", explica Bea, aunque por culpa del covid "se canceló". En esa época, su intención era simplemente "hacer turismo". Unos meses atrás, decidió retomar esta aventura, aunque, como los dos compañeros querían hacer un "voluntariado en común", decidieron juntar su espíritu aventurero con sus ganas de ayudar a los demás y comenzaron a buscar lugares a los que aportar su granito de arena.

"Tiene que ser este verano. Si no lo hacemos ahora, no lo hacemos nunca"

Primero contactaron con un colegio nepalí, pero "solo se interesaban por el dinero", lamenta la joven. En los voluntariados internacionales hay que tener cuidado con quién se colabora, porque hay algunas organizaciones que piden mucho dinero a los donantes "y no ves si el dinero llega a los que realmente lo necesitan". "Nos daba más miedo, así que decidimos contactar con la Fundación Carlos Pauner, que nos puso en contacto con el orfanato Asahaya Balghar". A los dos les convenció más este, con el que podrían, no solo apoyar a los chicos con material escolar, que ellos mismos llevan en su maleta, sino acompañarles y conocer su historia de primera mano.

"No tenemos ataduras familiares todavía. Tiene que ser este verano. Si no lo hacemos ahora, no lo hacemos nunca", reflexiona el profesor. 

Agradecidos con el colegio

Los profesores de Teresiano del Pilar Bea Sierra y Carlos Villar, junto a otros miembros de la comunidad educativa, en la recogida de material para los huérfanos de Nepal.
Los profesores del colegio Teresiano del Pilar Bea Sierra, Carlos Villar y Mapi Mayayo, directora del centro, junto a varios alumnos en la recogida de material para los huérfanos de Nepal.
Bea Sierra

Bea y Carlos se sienten muy agradecido con toda la comunidad educativa, que se "ha volcado" con la causa. Narran que cuando contaron su plan a Mapi, la directora de Teresiano del Pilar, esta les animó a hacer este voluntariado y les ofreció ayuda "en todo lo que podamos". Cuando contaron el proyecto a sus alumnos, las familias se involucraron y están donando muchísimo material valioso para llevar a los huérfanos, tanto que igual tienen que "facturar más maletas". 

Los docentes quieren inculcar a los pequeños "los valores que trabajamos en el cole, como la solidaridad y ayudar a los que más lo necesitan", explican. Algunos alumnos están escribiendo cartas en inglés para que las lean los chicos del orfanato nepalí, y Bea y Carlos enviarán fotos y vídeos para que vean la realidad de lo que viven los huérfanos. "Algún niño me ha preguntado que cuándo nos vamos todos de excursión a Nepal", apunta Bea entre risas.

Los docentes quieren inculcar a los pequeños "los valores que trabajamos en el cole, como la solidaridad y ayudar a los que más lo necesitan"

Preparación psicológica

Uno de los retos más difíciles a la hora de enfrentarse a situaciones de pobreza es prepararse psicológicamente para ello. "Somos muy afortunados y a veces no lo valoramos", dice Carlos. Bea reconoce que va a ser un "golpe de realidad", ya que en Nepal hay mucha "pobreza" y hay casos de "tráfico de niños y abusos". De hecho, su padre llegó a pasarlo "mal" cuando conoció la noticia, por "miedo a que nos pase algo". "Aunque vamos con seguro, la atención sanitaria no es igual que en España", explica la joven. Aun así, dice que los miembros de su familia están "muy contentos y orgullosos", igual que los de Carlos, quien se siente "apoyado e ilusionado". Incluso, sus seres queridos han donado material para los chavales. Los padres de Bea han comprado "maquinillas de afeitar" para los chicos y los de él, "ropa".

Ambos profesores tienen una gran ilusión y unas ganas de ayudar enormes. Ya están planeando las actividades que harán con los chavales por las tardes, porque "van al colegio o a la universidad por las mañanas". "Haremos juegos, cosas al aire libre", explica Bea. "Lo de ser profesores de Educación Física se nota", bromean. Llevarán todo el material donado en sus maletas y aseguran que si los chicos "necesitan cualquier cosa allí, como hacer la compra", ellos mismos se harán cargo.

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