Fotografían a dos corzos cruzando el Ebro a las afueras de Zaragoza

Los dos animales cruzaban nadando de una orilla a otra con agilidad.

Un ciervo cruzando por el Ebro.
Un ciervo cruzando por el Ebro.
Carlos Urzainqui / El Retabillo

El río Ebro esconde mucha fauna entre sus aguas. Si hace un par de semanas unos jóvenes conseguían capturar un siluro albino gigante a las afueras de Zaragoza, esta vez ha sido el turno del historiador Carlos Urzainqui de capturar la imagen de dos corzos mientras cruzaban el Ebro.

Carlos, propietario del blog El Retabillo, es un aficionado a la fotografía. El sábado pasado, como muchos otros días, paseaba a orillas del Ebro poco antes de la puesta del sol, "entre Movera y la desembocadura del Gállego", cámara en mano esperando poder fotografiar algunos de los atardeceres primaverales que "son muy bonitos en esta época del año". "Hay muy buena visibilidad por la zona", argumenta.

Dos ciervos cruzando el río Ebro.
Dos ciervos cruzando el río Ebro.
Carlos Urzainqui / El Retabillo

El historiador paseaba por un camino de la margen izquierda hacia la pasarela de la Cartuja cuando, de pronto, se asustó al ver salpicaduras en el Ebro. "Vi a un bicho con cuernos primero", narra Carlos. "Luego vi a otro", explica. Pronto se dio cuenta de que eran corzos nadando hasta la margen derecha, y cuenta que se puso "nervioso porque quería enfocar bien. Quería sacar los corzos y el contexto", para que se viera perfectamente que era "muy cerca" de Zaragoza.

Distancia del lugar de la foto con el Pilar.
Distancia del lugar de la foto con el Pilar.
Carlos Urzainqui / El Retabillo/ Maps

"Cuando tengo que hacer fotos de improviso me bloqueo", lamenta, pero esta vez consiguió que le salieran "muy bien", aunque cruzaban "a toda velocidad". "Terminé enfocando a uno saliendo por la orilla y le saqué una foto", dice con orgullo.

Un ciervo cruzando por el Ebro.
Un ciervo cruzando por el Ebro.
Carlos Urzainqui / El Retabillo

Urzainqui ya había fotografiado a otros animales salvajes antes, imágenes que comparte en su blog y en su cuenta de Facebook. "Hace unos meses vi unas cabras montesas en la Plana de María y la semana pasada en La Rioja vi a un cervatillo debajo de un árbol", cuenta, pero nunca había visto a un corzo "tan cerca de Zaragoza". "La distancia de la foto con el Pilar es de unos tres kilómetros aguas abajo del Ebro", apunta.

Desde la Unidad Verde del Ayuntamiento de Zaragoza afirman que los corzos "son muy difíciles de ver" porque tienden a rehuir el contacto con los humanos. "Suelen salir de noche" y viven en las afueras de Zaragoza, como "Garrapinillos, Montañana y el Galacho de Juslibol". "Durante la pandemia se les pudo ver en el centro de la capital aragonesa, como en la avenida Cataluña", afirman las mismas fuentes. 

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