Zaragoza
Las habitaciones y apartamentos de la residencia de Pontoneros costarán de 386 a 861 euros al mes
Las obras continúan para poder inaugurar el primer edificio de cara al inicio de curso. En otros servicios, habrá gimnasio y salas de cine y juegos.
Las habitaciones de la nueva residencia universitaria de Pontoneros, en la calle de la Madre Rafols, costarán entre 386 y 861 euros al mes, IVA incluido. El precio más bajo corresponderá a las triples y el más alto, a los apartamentos. También habrá cuartos dobles (537 euros), individuales básicos (483) y habitaciones individuales ‘premium’ que saldrán por 759 e incluirán una pequeña cocina con microondas, mesa de estudio, armario y baño propio. La intención es que las 154 primeras plazas, llamadas a revitalizar el barrio tras 12 años de bloqueo y tres proyectos fallidos, estén listas para el inicio del próximo curso, mientras que el segundo edificio se inaugurará a principios de 2024.
Todas las habitaciones, explica Xior –empresa que está detrás del proyecto– en la web de reservas, estarán "completamente amuebladas". Se podrán alquilar para todo el curso (diez o más meses), por semestres (de cinco a nueve) o por mes (de uno a cuatro), existiendo en los tres casos un depósito obligatorio de 800 euros y la posibilidad de continuar en julio y agosto.
En el precio están incluidos gastos básicos como la luz, el agua, la limpieza, la conexión a internet o la sustitución de toallas, ropa de cama y papel higiénico, estando aún "por definir" cuánto costará la pensión completa y la media pensión, que tendrán un carácter opcional, y servicios adicionales como el aparcamiento para coches y motos.
Desde la empresa defienden que se trata de una oferta "diversificada y adecuada para estudiantes, profesores y jóvenes profesionales". Al margen de las convencionales se ofrecerán las llamadas habitaciones en ‘clúster’, que tendrán cocina compartida, sofás y televisión y un coste similar al de las individuales: 731 €.
Respecto a los precios, aunque en su día se habló de 377 euros para una habitación básica, el propio director general de Xior Student Housing en el sur de Europa, Bastiaan Grijpink, avisó en la última visita a las obras de que el actual contexto socioeconómico, marcado por la inflación, obligaba a revisar las tarifas.
La residencia contará con recepción 24 horas, conexión wifi, gimnasio privado, salas de estudio, un espacio multimedia y zonas ‘chill-out’. También ofrecerá aire acondicionado y calefacción, quedando fuera los servicios de repografía, el suministro de productos de higiene personal y la lavandería individual, si bien habrá un espacio ‘común’ con lavadoras y secadoras en la que cada cual podrá lavar sus prendas.
La horquilla de precios
Los precios siguen la estela de los del resto de alojamientos de Xior en España, donde cuenta con una decena de equipamientos repartidos entre seis ciudades. En la residencia de Collblanc (Barcelona), se piden en torno a 800 euros por habitaciones de unos 20 metros cuadrados, mientras que en la de Madrid-Retiro, situada "en pleno corazón del barrio de Salamanca", la horquilla va de los 850 a los 2.200 euros. También en la capital está la de Picasso-Velázquez, con espacios de 15 a 22 metros cuadrados junto a la Universidad Europea por entre 1.181 y 1.838 euros. Otros ejemplos son la de Málaga Teatinos, que parte de los 516 que cuesta una habitación doble y llega hasta los 832 de la Deluxe, o los entre 495 y 1.070 que se piden por un alojamiento en Sevilla.
En Zaragoza, el proyecto –que supondrá una inversión de 29 millones de euros–, vende especialmente su ubicación, "a diez minutos del centro y con muy buena conexión con la estación de Delicias" y con los principales mercados y centros comerciales de la ciudad, así como su apuesta por la sostenibilidad. Tanto es así que entre sus servicios, la residencia oferta un parquin para bicicletas con el que se pretende fomentar su uso, apostando, además, por acabados en madera que supondrán un ahorro energético de entre el 30% y el 50%.
La empresa confirma, asimismo, la apuesta por un anfiteatro natural en el exterior del edificio, así como la posibilidad de asistir a talleres de lengua y cultura.
Mientras tanto, las obras siguen a pleno rendimiento. Basta con pasear por el entorno de la plaza de José María Forqué para comprobar el ritmo de los trabajos, marcados por el constante ir y venir de camiones y furgonetas.
Más de una treintena de operarios continúan centrados en la ampliación del edificio que abrirá este año y en la separación de las habitaciones, así como en la colocación del suelo, la instalación eléctrica y la fontanería. "Estamos fijos de lunes a viernes. Por ahora vamos en plazo", aseguraba hace escasos días uno de los obreros.
