Más de 6.000 viviendas de Zaragoza se acogen a ayudas a la rehabilitación

Más de 6.000 viviendas de Zaragoza se han acogido en los últimos años a ayudas a la rehabilitación, mientras que otras 210 esperan fondos europeos para mejorar su aislamiento, eliminar barreras arquitectónicas o instalar ascensores. Se trata, en su mayoría, de edificios construidos entre los años 50 y los 70 sin ningún tipo de normativa de aislamiento, por lo que presentan altos consumos energéticos o tienen serias carencias de accesibilidad.

"En estos momentos hay muchas más solicitudes que fondos, y eso que ahora hay más ayudas que nunca y en mejores condiciones", explica Cristina Cabello, coordinadora de las oficinas de apoyo a la rehabilitación del Colegio de Arquitectos de Aragón.

En la capital hay cientos de bloques "susceptibles" de rehabilitación. "En los últimos años ha habido un cambio de mentalidad. Mucha gente pregunta ya por la posibilidad de instalar placas o por cuestiones de eficiencia energética. Con semejante cantidad de expedientes es posible que haya comunidades que se queden fuera de las ayudas. Solo en Balsas de Ebro Viejo esperamos tener unos 10 portales en obras entre 2023 y 2024", dice.

Aunque no siempre es fácil poner de acuerdo a los propietarios -se necesita, al menos, mayoría simple-, los efectos de la rehabilitación son "inmediatos". "La primera obra hecha en Balsas, en 2018, se monitorizó durante un año, con descensos de hasta un 50% en el consumo de gas. Cuando la vivienda está bien aislada, la temperatura es más estable y se necesita menos calefacción", indica Cabello.

Solo a través de la sociedad Zaragoza Vivienda, del Ayuntamiento de la capital, se han gestionado 28 millones de euros en ayudas, cantidad que se ha traducido en 59 millones de inversión. Con ellas se han sustituido cerca de 7.000 ventanas y se han cambiado 440 bañeras por platos de ducha, actuaciones que, según apuntan desde el Consistorio, ayudarán a reducir hasta 2.800 toneladas de CO2.

Las mayores inversiones se concentran en Las Delicias (12,6 millones), seguidas de los 8,6 millones del Rabal y los 4,9 de Las Fuentes. A estos números se unen, además, las 160 viviendas públicas ya rehabilitadas en la calle de Emmeline de Pankhurst, a las que se sumarán otras 128 en las que ya se trabaja. El interés, en todo caso, parece ir mucho más allá. "Sabemos de al menos 90 comunidades interesadas. Hemos recibido más de 300 consultas a través de las oficinas de barrio que abrimos el pasado mes de noviembre", explica la concejala delegada de Vivienda, Carolina Andreu.

A la espera de firma

Entre tanto, otros 450 vecinos de Las Fuentes, el Casco Histórico y el Arrabal siguen a la espera de que el Ayuntamiento y la DGA firmen el convenio que les permitirá acceder a 6,5 millones de fondos europeos, con los que se rehabilitarán un total de 27 edificios.

El Consistorio insiste en que envió toda la documentación "en plazo" y que desde diciembre no tiene noticias del Ejecutivo de Javier Lambán. Pero por el momento, la firma sigue sin fecha. A este respecto, desde el Departamento de Vertebración del Territorio aseguran que los técnicos de la DGA y los del Ayuntamiento están "en pleno trabajo conjunto para concretar los acuerdos que se remitirán al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana" de cara a su aprobación.

El principal problema es que, para no perderlas, las ayudas tendrán que estar concedidas antes del 30 de noviembre de este año, por lo que cada día cuenta. "Las comunidades están nerviosas. Nosotros tenemos que cumplir un plazo de concesión y ellas, uno de ejecución, y los tiempos son los que son", recalca Andreu.