Carlos Moreno: "Zaragoza es ejemplo de ciudad que quiere ser más humana"

El urbanista que lidera el movimiento por las urbes de 15 minutos defiende que, también en la capital aragonesa, es posible conciliar calidad de vida y sostenibilidad ambiental.

Carlos Moreno, urbanista francocolombiano.
Carlos Moreno, urbanista francocolombiano.
Thomas Baltes

Lidera un movimiento global en favor de las ciudades de los 15 minutos. ¿En qué consisten?Queremos cambiar un modelo de ciudad de hace 70 años que nos ha convertido en esclavos de las largas distancias y adictos al coche. Frente a eso, apostamos por un territorio policéntrico donde tengamos acceso a servicios básicos como escuelas, comercios, lugares de trabajo, salud y deporte, con una movilidad en la que se prioriza a los peatones, la bici, el transporte público y los coches eléctricos compartidos. Una ciudad que prioriza nuestra calidad de vida.

¿A cuándo se remonta este movimiento?Nace de una continuidad del pensamiento de mucha gente que desde hace un siglo ha puesto en dudar vivir en ciudades con tantas distancias, atravesadas por autopistas y deshumanizadas. Yo sintetizo esa preocupación con un modelo basado en funciones sociales a privilegiar: un alojamiento digno con zonas verdes, un trabajo en el que reduzcamos las horas de transporte, comercio local, centros de salud más cercanos, educación de proximidad...

¿Cuál es la motivación original, la social o la medioambiental?La preocupación primera es ambiental. La crisis climática es ya nuestro mayor desafío de civilización para saber si podemos conservar la habitabilidad de las ciudades tal y como las conocemos, porque son las principales emisoras de CO2. Pero no puede haber una respuesta a la crisis ambiental si no hay un cambio en la manera de generar riqueza y empleo que sea más humano y una vida social mas incluyente.

¿Quiere decir que sin un enfoque humanista no se superará la crisis climática?No es humano levantarse a las cinco de la mañana, dejar tu barrio donde no pasa nada, cruzar la ciudad durante una hora o más para llegar a las zonas de trabajo, donde tampoco pasa nada, y volver a tu barrio con tu familia de forma apresurada. Hemos perdido el tiempo útil y con él nuestra humanidad. ¿Cuántas familias están bajo tensión por la incapacidad de mantener unos vínculos fuertes? Queremos integrar al humano en la regeneración de la ciudad y al mismo tiempo ofrecer una manera diferente de relacionarnos con menos emisiones de CO2. El objetivo es tener una vida más digna.

Todo suena muy bonito, pero… ¿cómo se lleva a la práctica?Planteamos no tanto invertir en nuevas infraestructuras sino rehabilitar las existentes para que sean multifuncionales. La alcaldesa de París (Anne Hidalgo, a quien asesora) abrió las escuelas los fines de semana para que ese espacio vacío sirva para otras cosas. Una discoteca que solo abre de jueves a sábado por la noche se puede convertir por la mañana en un lugar para hacer deporte. Creas valor económico y social a partir del vacío. Lo mismo con los edificios. Ya sean de oficinas o residenciales, pueden tener usos mixtos.

Pero la principal barrera sigue siendo la laboral. ¿Cómo acercas tu lugar de trabajo a tu casa?Cuando en 2016 hablé de este concepto me dijeron que es una utopía porque nadie trabajará cerca de su casa. Pero con la pandemia el planeta tuvo que aprender a trabajar a distancia y la gente descubrió un tiempo útil ganado a esos desplazamientos largos y tediosos para llegar a una torre corporativa donde la gente está detrás de un ordenador. La covid ha mostrado que es posible. Y quienes no pueden teletrabajar prefieren renunciar para conseguir un trabajo más cerca de donde viven.

¿Es un modelo apto para cualquier ciudad o depende de su orografía, demografía...?Ya se aplica con éxito de la misma manera en zonas compactas que de media y baja densidad porque no es una doctrina, se trata de adaptar a su contexto la idea de una proximidad multicéntrica. Lo más importante es que sea una política pública para lograr el bien común y evitar la gentrificación. No se deben crear barrios cerrados con muchos servicios pero accesibles solo a quienes puedan pagar altos precios. La clave es la mezcla social, que haya alojamientos para categorías de ingresos bajos, medio y altos.

Precisamente el riesgo de generar guetos es la crítica de los movimientos contrarios a sus ideas.Todos los que defienden el modelo del humano centauro, mitad humano mitad vehículo diésel, quieren mantener la potestad sobre el espacio público, porque consideran que es la esencia de la libertad. Aquellos que dicen que el cambio climático no existe, que las vacunas llevan chips 5G, inventan diciendo que queremos que la gente esté bloqueada en barrios y se les multe o pongan brazaletes, es totalmente falso.

¿Es una campaña política, viral, conspiranoica..?En España los ataques provienen de la extrema derecha, incluso me han amenazado de muerte. En general, son gente que propaga teorías conspirativas, sin argumentación. Frente a ellos, lo mejor que puede haber es la democracia. En Oxford, la semana pasada perdieron las elecciones aquellos que se oponían a la reducción del tráfico.

Según un estudio, en Zaragoza el 53% de la población vive en una zona que cumple con su modelo. ¿Está en el buen camino?Se han impulsado trabajos de geografía urbana y de urbanismo colaborativo, como el programa ‘Esto no es un solar’. Zaragoza es un ejemplo de ciudad de tamaño intermedio que quiere ser más humana y sostenible, que busca un urbanismo regenerativo con el que se demuestra que es posible conciliar más humanidad con un compromiso ambiental inquebrantable y crear mayor mezcla social.

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