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La contrata de limpieza de Zaragoza inicia el servicio esta semana con 2.000 nuevas papeleras y vehículos
El Consistorio aún debe concretar el sistema del quinto contenedor, que empezará a llegar en verano. La maquinaria será sostenible y más segura y sustituirá el habitual color verde por el azul.
La capital aragonesa estrena esta semana contrata de limpieza. A partir del miércoles, entrará en vigor oficialmente el megacontrato que regirá durante la próxima década el servicio, operado otra vez por la empresa FCC, y poco a poco se irán incorporando a las calles los vehículos y el equipamiento. La maquinaria será ecológica y se instalarán 2.000 nuevas papeleras, aunque el gran cambio, el quinto contenedor de basura orgánica, tardará algo más en llegar. Según indican desde el Ayuntamiento de Zaragoza, será a partir del verano cuando se empiece a trabajar en su puesta en marcha, que también se hará de forma progresiva y precedida de una campaña de comunicación para que los vecinos conozcan cómo utilizar el depósito.
Aunque administrativamente es a partir del 15 de marzo cuando empieza a funcionar la contrata, y ya se podrán ver las primeras novedades, los medios llegarán de manera paulatina. Entre otros motivos, según indican desde el área de Servicios Públicos, porque algunos pedidos se han retrasado por falta de materiales. Uno de los cambios es que todos los vehículos –que dejarán atrás el habitual color verde por el azul– llevarán en función de su tamaño etiqueta Eco o Cero Emisiones. Los más grandes funcionarán con gas natural.
Se sumarán, entre otros aparatos, cubas de baldeo, barredoras y furgonetas ‘pick up’, además de siete patinetes-triciclo que llevarán un depósito incorporado y servirán para repasar a fondo las zonas en las que se ha barrido previamente. Las desbrozadoras, sopladoras y demás máquinas pequeñas serán eléctricas, así como cuatro nuevos motocanes. Igualmente, se cambiarán 75 carros de barrido, que serán más ligeros.
El contrato, que se adjudicó en mayo del año pasado por 677 millones de euros, contempla también una mayor previsión a la hora de intervenir en temporales que requieren de una rápida actuación, por ejemplo con las riadas o con borrascas como Filomena. En este caso, se colocarán grandes contenedores en lugares donde el acceso sea más complicado que se llenarán de sal si se esperan grandes nevadas para que tanto los barrenderos como los vecinos o incluso la Policía Local o los Bomberos puedan utilizarla si es necesario. También se reforzarán los quitanieves.
Por otro lado, habrá cambios con los puntos limpios. A partir de ahora, se habilitarán algunos de menor tamaño en los cuartelillos, así se llama a los locales que utilizan los trabajadores de la limpieza para guardar sus utensilios, donde los ciudadanos podrán acudir para depositar pequeños residuos, como sacos de escombros o muebles y otros objetos que se puedan transportar con facilidad. En el centro, hay uno ubicado en la calle de Almagro.
Con una tarjeta
Los cambios se verán primero en la limpieza, mientras que en la recogida de residuos tardarán algo más en llegar. El plan es que los nuevos contenedores –de plástico, papel y cartón, vidrio y resto– comiencen a llegar a la ciudad, por zonas, a partir del mes de abril. Todos los que hay actualmente se sustituirán por unos nuevos, mientras que posteriormente deberá incorporarse el quinto contenedor, de color marrón, donde se depositará la basura orgánica.
En el caso del Casco o las zonas donde los depósitos están soterrados, se empleará un sistema de ‘quita y pon’, y la forma de utilizar todos ellos aún está por determinar. Será a partir de verano cuando se empiece a concretar, pero la intención es que estos nuevos depósitos se abran utilizando una tarjeta. Y, como tarde, antes de que acabe el año deberían estar funcionando a pleno rendimiento.
También se sustituirán poco a poco las alrededor de 2.000 papeleras de diferentes tamaños que hay en la ciudad y se instalarán un centenar de recogida selectiva.
Para la concejala de Servicios Públicos, Natalia Chueca, la puesta en marcha de la contrata es "una gran noticia". Aseguró que permitirá que Zaragoza tenga, "por fin, el servicio de limpieza que necesita", y eso, criticó, pese a "las trabas que puso el PSOE en su intento de frenar la adjudicación". Destacó que estará "bien dimensionado", tendrá medios más modernos y utilizará tecnologías limpias y sostenibles. Y todo ello redundará también, según incidió la edil, en los propios operarios, que podrán desempeñar su trabajo "en mejores condiciones de comodidad y seguridad".
"La limpieza es una de las prioridades máximas de la ciudadanía, y también lo ha sido de este equipo de gobierno, recuperando servicios que habían sido suspendidos y realizando campañas específicas por barrios y distritos de manera continua", destacó.
