El sector turístico hace balance de 2022: “La gente está saliendo, pero mira mucho más lo que gasta”
Los empresarios esperan que el inicio de año mejore los registros del anterior, marcados por el estallido de casos de la variante ómicron.
Las tiendas de recuerdos, las cafeterías y los bares de la plaza del Pilar son el mejor termómetro del turismo en Zaragoza. Han pasado unos años "terribles" a consecuencia de la pandemia, pero superados los peores meses de la covid-19 –y a pesar de los efectos de la guerra en Ucrania y el fuerte incremento de la inflación– han comenzado a remontar.
La sensación, dice Luis Vaquer, propietario de varios negocios de hostelería en la zona, es que "la gente está saliendo, pero mirando mucho más lo que gasta". "Apuesta por productos más sencillos o de precio más asequible", explica. Lo mismo opina Antonio Rincón, dueño de la tienda de regalos La Mañica. "Antes compraban bastante más. Ahora se llevan algún imán o una postal. Esperemos que este 2023 sea mejor", agrega.
A su establecimiento acuden, sobre todo, turistas nacionales, aunque este año ha empezado a ver más "italianos, franceses y sudamericanos". "También vienen ingleses y alemanes, pero de forma más residual", comenta. La desaparición del turismo asiático ha alterado todas las estadísticas, pero no el gasto, ya que, según Rincón, apenas compraban nada.
Un mejor inicio de año
Otros negocios, como el Hostal Plaza, también están teniendo más franceses, holandeses y belgas. "Están una media de un día o dos", indica su propietaria, Silvia Mauleón. Las navidades, admite, han estado "bastante bien", sobre todo en la semana de Nochevieja, aunque las próximas se prevén más tranquilas.
El inicio de este 2023 parece, en todo caso, más prometedor que el de 2022. Y más teniendo en cuenta que hasta marzo o abril hubo un gran número de contagios como consecuencia de la irrupción de la variante ómicron. "El año pasado no se recuperó turísticamente hasta la Semana Santa, así que esta vez, a poca gente que venga, mejorarán las cifras", razona Vaquer.
Especialmente importante es la recuperación de nichos como el mercado sudamericano, que parece haberse reactivado desde el pasado verano. El problema, completa Mauleón, es que "todo es muy incierto". "Visto lo ocurrido en los últimos meses no se sabe qué puede pasar. La situación varía mucho de un día a otro", expone. Con todo, el sector confía en que 2023 se desarrolle sin sobresaltos y sea, por fin, el primer año "normal" tras la covid.
