La Policía reduce con una táser a un maltratador que se atrincheró en un piso del Actur

El agresor había herido con un cuchillo tres días antes a su expareja y se había escondido en casa de un conocido.

Imagen de archivo de un coche de Policía Nacional
Imagen de archivo de un coche de Policía Nacional
EP

La Policía Nacional logró detener el pasado viernes a un maltratador que llevaba tres días huido después de haber intentado acuchillar a su expareja, de la que se encuentra en trámites de separación. Afortunadamente, la mujer agarró el filo del cuchillo con una mano y evitó de esta forma que le alcanzara en el abdomen, que era donde el agresor dirigió el golpe. No obstante, llegó a causarle una herida de entre tres y cinco centímetros en esa parte del cuerpo, además de los cortes que sufrió en los dedos y la palma de la mano al sujetar el arma. Las lesiones no fueron de gravedad y precisó asistencia médica pero no ingreso hospitalario. 

El arresto se produjo el pasado viernes en un piso de la calle de Múgica Lainez del barrio del Actur, aunque la agresión se había producido el 5 de diciembre en una calle del barrio de La Almozara, según confirmaron fuentes de la Jefatura Superior de Policía. Al parecer, la pareja se había citado para saldar una deuda de mil euros que la mujer había contraído con su excompañero. Ella le llevó esa cantidad pero, aún así, él le dijo que el dinero no era lo que le importaba sino que lo que quería era matarla. Acto seguido sacó el arma y se la intentó clavar, pero la víctima, instintivamente, reaccionó sujetándola por el filo y salvando así su vida. La mujer logró huir y meterse en un bar de la avenida de Puerta Sancho, desde donde llamó a la Policía.

Vigilancia las 24 horas

La patrulla que acudió al lugar encontró a la víctima, pero el agresor ya se había fugado. Además de asistir y entrevistarse con la mujer, la Policía hizo una valoración de riesgo extremo, según el sistema Viogén, y desde ese momento dispuso que un coche policial estuviera en la puerta de su domicilio las 24 horas del día.

La investigación que abrió dio resultado el 9 de diciembre cuando los agentes averiguaron que el presunto agresor, J. R. M., de 53 años y vecino de La Almozara, no estaba en su casa sino que se había escondido en el piso de una persona conocida en el Actur

Cuando los agentes fueron a detenerlo, el hombre dijo que tenía un cuchillo y que no pensaba salir de la vivienda, además de amenazar con quitarse la vida. Fuentes policiales confirmaron que la situación obligó a movilizar al Grupo de Operaciones Especiales (GOES) y a un negociador para tratar de convencer al sospechoso de que depusiera su actitud y se entregara. Al final, el maltratador fue reducido por los funcionarios con disparos de una pistola eléctrica táser. El sábado fue puesto a disposición de la titular del Juzgado número 4, en funciones de guardia, que ordenó su ingreso en prisión como presunto autor de una tentativa de homicidio.

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