zaragoza

Cinco años de cárcel por zanjar una pelea clavando un destornillador a su vecino

El agresor amenazó a las dos mujeres que le recriminaron su acción rociando sus pies con un líquido inflamable.

El acusado se cubrió con el abrigo ante la presencia de los fotógrafos en la sala de vistas.
El acusado se cubrió con el abrigo ante la presencia de los fotógrafos en la sala de vistas.
Francisco Jiménez

Un hombre que al parecer vive de okupa en un piso de la calle Pignatelli de Zaragoza aceptó este miércoles una condena de cinco años de prisión por los hechos ocurridos el 30 de julio de 2021, cuando estuvo a punto de acabar con la vida de un vecino clavándole varias veces un destornillador. Según el informe forense, aunque la víctima sufrió lesiones en el cuello, la escápula y el brazo, la más importante fue la perforación intestinal de la que tuvo que ser operado de urgencia.

La agresión se produjo sobre las 20.00 junto al parque de Bomberos de la calle Ramón y Cajal, donde, por motivos que todavía se desconocen, ambos hombres llegaron a las manos. En un momento dado, el acusado, Mariano H. C., decidió marcharse. Sin embargo, regresó poco después empuñando un destornillador con el que se abalanzó de forma sorpresiva sobre la víctima. Se lo había clavado ya tres veces cuando su vecino se dio la vuelta, lo que aprovechó el encausado para efectuarle un cuarto pinchazo en el abdomen.

«Lo he pinchado por faltarme al respeto», le oyeron gritar varias personas    mientras abandonaba el lugar de los hechos, dejando malherido al otro hombre. Al llegar a su domicilio, el agresor se encontró a su mujer discutiendo con dos vecinas, que habían presenciando lo ocurrido y le recriminaron su acción.

En ese momento, guiado por el ánimo de atemorizar a estas dos mujeres, Mariano H. C. les roció con un líquido inflamable, prendió un mechero y se lo acercó. Pero no llegó a causarles ningún daño, ya que su esposa lo metió a empujones a su portal.

La Fiscalía solicitaba inicialmente nueve años y cuatro meses de prisión para el investigado, al que acusaba de un delito de asesinato en grado de tentativa y dos de amenazas. Pero ninguna de las víctimas acudió ayer al juicio que se celebraba en la Audiencia de Zaragoza, lo que dio lugar a un acuerdo entre el Ministerio Fiscal y la defensa, a cargo de la letrada Montserrat Azón.

La representante de la acusación pública mantenía antes de la vista que cuando el encausado se fue a por el destornillador para clavárselo a su vecino su intención era matarlo. Pero como el autor de los pinchazos mostró su disposición a confesar el ataque y los perjudicados no acudieron a dar su versión de lo ocurrido, la Fiscalía modificó sus conclusiones iniciales y acabó acusando de un delito de lesiones graves y dos de amenazas. El acusado, en prisión provisional por estos hechos, no podrá aproximarse tampoco durante cinco años al agredido.

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