El Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) ha anulado el segundo plan urbanístico para la trasera de la clínica del doctor Lozano, en la calle de Lagasca 2-4. La sección Primera de la sala de lo Contencioso-Administrativo considera que el proyecto –que acumula prácticamente una década de reveses judiciales– debería haber sido sometido con carácter previo a la comisión municipal de patrimonio y da la razón a las comunidades de propietarios del paseo de Sagasta número 18 y 20. También condena en costas, con un límite de 1.500 euros, a las codemandadas: Inmo Caixa, propietaria del terreno, y el Ayuntamiento.

La idea original era construir una torre de doce pisos, un planteamiento que el TSJA tumbó ya en 2013. Años después se presentó una propuesta alternativa que reducía el edificio a ocho alturas y retranqueaba las plantas superiores. Desde La Caixa defendieron en su día que el bloque "respetaba y mejoraba el entorno", así como que recogía todas las peticiones que habían hecho las administraciones públicas durante su tramitación. Los vecinos de la zona, no obstante, consideraban que seguían sin cumplirse las normas del plan general, por lo que volvieron a los tribunales.

El principal problema, según los residentes, es que el inmueble ‘cegaría’ los cuatro primeros pisos de la trasera de Sagasta 20. Su construcción haría que varias viviendas perdiesen el amplio espacio que ahora se abre al otro lado de sus ventanas, pasando a encontrarse con una pared a escasos metros de las mismas.

Ha de tenerse en cuenta que en el entorno hay dos edificios catalogados:el de la antigua casa del doctor Lozano –el más importante– y el de Lagasca, 5. No en vano, la clínica está entre los últimos edificios originales que quedan en el paseo de Sagasta. Por esta razón, el TSJA cree que era "preceptivo y vinculante" un informe de la comisión "como el que hubo en la tramitación de los estudios de detalle precedentes".

Los vecinos de Sagasta están "a la expectativa" ante los nuevos pasos que puedan dar la entidad y el Ayuntamiento, especialmente teniendo en cuenta que contra esta sentencia cabe recurso. Por el momento, tanto unos como otros aseguran estar estudiando el contenido del fallo, sin entrar a valorar qué puede suceder a futuro.

Los propios residentes reconocen que es una situación "difícil", y no descartan que el proceso vuelva a reiniciarse. "Nosotros también nos vamos cansando. Nos parece insólito que el Ayuntamiento no pasase el proyecto por comisión, cuando es una atribución que tiene para resolver los problemas relacionados con el patrimonio histórico catalogado. Resulta un tanto chocante que tengamos que ser unos particulares los que presentemos recurso", afirmó uno de ellos.