Vuelta a empezar. El nuevo plan para levantar un edificio en la trasera de la antigua clínica del Doctor Lozano, entre el paseo de Sagasta y la calle de Lagasca, acabará otra vez –salvo sorpresa– en los tribunales. La Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza aprobó ayer un plan especial para que se pueda construir un bloque de ocho plantas en los números 2 y 4 de Lagasca, un espacio de enorme interés por su céntrica situación, a escasos metros de la plaza de Aragón, así como por el valor arquitectónico de la antigua clínica, que es la única villa que queda en el paseo de Sagasta.

Ayer mismo, los vecinos afectados ya apuntaron que tienen "toda la intención de ir a los tribunales", a la espera de que el pleno municipal ratifique el lunes la aprobación definitiva y de conocer exactamente los términos del proyecto. Ya interpusieron una demanda hace doce años con el anterior plan para la parcela, y acabaron ganando la batalla judicial en el Supremo.

El concejal de Urbanismo, Pablo Muñoz, dijo que de un proyecto a otro las alturas del inmueble se han reducido de doce a ocho y que, ante el previsible nuevo recurso judicial, el documento "se ha analizado para que haya un soporte jurídico". Por su parte, el concejal del PP Pedro Navarro afirmó que su grupo se va a abstener en las votaciones, mientras que el resto de partidos votaron a favor. El edil popular justificó esta decisión "porque el plan se va a judicializar" y porque "los volúmenes no son tan diferentes" a los del primer intento de construir viviendas.

Por su parte, fuentes de Criteria Caixa –promotora del plan– se limitaron a transmitir que el proyecto cumple con todos los requisitos tanto en materia de urbanismo como de patrimonio, y que cuenta "con todas las bendiciones". Aunque no concretaron los plazos que manejan, confirmaron que hay interés en sacar esta promoción de viviendas adelante.

Alegaciones rechazadas

Los vecinos afectados presentaron alegaciones que el Ayuntamiento ha rechazado, por lo que planean volver a recurrir a la vía judicial. Si se levanta el bloque de viviendas en su trasera, varias viviendas del paseo de Sagasta perderán el amplio espacio del que disfrutan tras sus ventanas, y pasarán a tener una pared del nuevo edificio a escasos metros de las mismas.

Los vecinos consideran que esa distancia es "ilegal". Además, creen que el retranqueo que hace el edificio en sus pisos superiores para llegar hasta las ocho alturas es "un fraude de ley".