La DGA gira ya en Zaragoza el último ICA sin concretar aún las inversiones para obras

Los contribuyentes tendrán hasta el 19 de diciembre para abonar sus recibos, correspondientes a 2021

Imagen de archivo de la depuradora de La Cartuja en Zaragoza.
Imagen de archivo de la depuradora de La Cartuja en Zaragoza.
Guillermo Mestre

Zaragoza ha comenzado a pagar el último recibo del Impuesto sobre la Contaminación de las Aguas (ICA). El Ejecutivo de Javier Lambán ha empezado a girar en la ciudad las facturas correspondientes al año 2021, el último antes de que sea sustituido por el Impuesto Medioambiental sobre las Aguas Residuales (IMAR), que penalizará los grandes consumos al aplicar el principio de ‘quien contamina, paga’. Se cerrará así un capítulo marcado por los impagos, los recursos, las reclamaciones económico-administrativas y las críticas del Ayuntamiento por la falta de inversión por parte de la DGA en las obras del ciclo del agua de la capital.

Ya en 2021, el presidente de la Cámara deCuentas, Alfonso Peña, instó al Gobierno aragonés a invertir en la depuración de las aguas de la ciudad, que sufragó en solitario la construcción de la depuradora de La Cartuja, para evitar que los zaragozanos se convirtiesen simplemente en «contribuyentes netos». La entidad urgió a revertir parte de ese esfuerzo fiscal, pero nada se ha avanzado desde entonces. Tanto es así que este tema ha quedado orillado en las últimas bilaterales, sin que se hayan concretado inversiones o cerrado convenios entre las partes.

De acuerdo con el Boletín Oficial de Aragón (BOA), los contribuyentes tendrán ahora dos meses, hasta el 19 de diciembre, para abonar el recibo, y quienes no lo hagan en plazo se enfrentarán a la vía de apremio, con recargos de entre el 10% y el 20%, existiendo la posibilidad de que, en última instancia, la Agencia Tributaria recurra al embargo de las cantidades correspondientes a través de la cuenta corriente o mediante ‘compensaciones’ con la devolución del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).

Las deudas domiciliadas se cargarán automáticamente en la cuenta bancaria «durante el periodo voluntario», mientras que quienes no hayan optado por esta fórmula tendrán que hacer el pago «en una de las entidades colaboradoras», tal y como aparece en la factura emitida por el Instituto Aragonés del Agua (IAA). A la denominada Zona 1, que abarca la margen izquierda, el Casco y La Almozara, se le cargarán las cuantías correspondientes al periodo comprendido entre enero y diciembre de 2021, y los vecinos de la Zona 2 (Las Fuentes, San José, Torrero y La Paz) tendrán que pagar de noviembre de 2020 a octubre de 2021, quedando para más adelante la suma correspondiente a los últimos meses del pasado año. En el caso de la Zona 3(Las Delicias, Oliver, Universidad, Centro, Casablanca y los barrios del sur), el recibo irá de diciembre de 2020 a noviembre de 2021.

La recaudación

El propio Ejecutivo autonómico recuerda que quienes no estén conformes tendrán dos opciones: o bien presentar un recurso de reposición ante la dirección del Instituto Aragonés del Agua «en el plazo de un mes, contando a partir del día siguiente a la finalización del periodo voluntario de pago» o interponer una reclamación económico-administrativa ante la Junta de Reclamaciones Económico-Administrativas de Aragón.

Hasta agosto, último mes del que se tienen datos, el Ejecutivo autonómico había generado derechos reconocidos –cifra que se corresponde con los recibos emitidos– por 31,3 millones de euros, recaudando hasta entonces 16,8 en todo Aragón, según los datos que figuran en el portal de Transparencia del Gobierno regional.

Para el presente ejercicio, laDGA tiene previsto recaudar 69,1 millones de euros, una cifra idéntica a la que aparecía en los presupuestos de 2021 pese a cambiar el nombre y la configuración del tributo. Ese año terminó con unos derechos reconocidos de 70,6 millones, un 2,1% más de lo previsto. No obstante, por aquel entonces, la cifra de recaudación se situaba en torno a los 48.

Solo en Zaragoza, el ICA –cuya recaudación supera los 16 millones de euros entre usuarios domésticos y grandes consumidores–viene registrando porcentajes de impago de más del 25%, suponiendo una importante merma para las cuentas del Ejecutivo.

El nuevo Impuesto Medioambiental sobre las Aguas Residuales se cobra ya en municipios como Alfajarín, Daroca, Fraga, Lécera, La Muela o Tarazona, siguiendo un sistema prácticamente idéntico al del ICA, con dos meses para pagar de forma voluntaria y procedimientos por la vía de apremio. Según explicó en su día el Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, este tributo supondrá un ahorro para el 95% de los usuarios domésticos, ya que reduce el tramo fijo un 9,2%y crea subtramos variables en función del consumo.

Votación del dictamen del IMAR en la última comisión de Agricultura
Votación del dictamen del IMAR en la última comisión de Agricultura
Cortes de Aragón

No obstante, colectivos como las familias numerosas podrían ver incrementada su factura. «No estamos nada contentos. No queremos bonificaciones, pero sí que se tenga en cuenta el número de personas por hogar. Con el sistema actual, una familia de cinco miembros terminará pagando tanto o más que una persona que no controla su consumo», explicó el presidente de la asociación de familias numerosas 3ymás, Alejandro López-Blanco, que alertó del efecto que puede tener este incremento en un contexto marcado por subidas como la del IPC.

"Nunca ha habido una compensación. Es una deuda pendiente"

El IMARestá llamado a calmar las aguas tras años de polémica con el ICA. Su finalidad, según explica el propio Gobierno de Aragón, es «la financiación de las obras de saneamiento y depuración», siendo clave para poner en marcha las reivindicadas obras de saneamiento y depuración en la capital. 

Fuentes del Ayuntamiento recuerdan que los vecinos de Zaragoza «ya han hecho un esfuerzo muy importante para pagar las depuradoras de La Cartuja y La Almozara durante más de 20 años» y que la gestión y el mantenimiento de estas instalaciones «se sufragan íntegramente con fondos municipales». 

«Sin embargo, los diferentes tributos diseñados por el Gobierno de Aragón nunca han planteado compensación económica alguna para los zaragozanos en forma de inversiones, lo que supone una deuda pendiente de la comunidad con la ciudad», señalan. E insisten, en este sentido, en que en estos años también se ha hecho un esfuerzo muy importante «para no incrementar las tasas vinculadas al saneamiento y compensar el importante impacto que este impuesto ha tenido en las familias zaragozanas.

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