Las aguas residuales de Atea empiezan a tratarse con una nueva depuradora

Utiliza un sistema de fangos activados que solo se usa en centros de mayor tamaño.

La depuradora situada en Atea, dentro de un recinto vallado.
La depuradora situada en Atea, dentro de un recinto vallado.
Macipe

La localidad de Atea, en la comarca del Campo de Daroca, ya cuenta con una nueva estación de depuración para tratar sus aguas residuales y evitar que se viertan al barranco de Valverde, situado a las afueras del casco urbano, de manera incontrolada. Se trata de un sistema en funcionamiento desde hace algo más de 10 días, para cuya construcción el Ayuntamiento ha destinado algo más de 57.000 euros: 48.399 en concepto de la propia instalación y algo más de 9.320 para conducir la electricidad hasta el lugar. De la inversión, el grueso del coste de la obra lo ha financiado mediante la anualidad 2021 del plan Agenda 2030 de la Diputación de Zaragoza

Dentro de un recinto vallado, cuenta con dos balsas en las que se trata el agua, y que se pueden tapar con lonas, y una pequeña caseta donde se encuentran tres motores para la aspiración y recirculación del agua, así como su oxigenación. El mecanismo, instalado por la compañía aragonesa Servicios Tecnológicos de Saneamiento y Depuración (Setesade), se basa en "un sistema de fangos activados con oxidación total", explica el gerente, Jesús Naudín. Para el proyecto, han contado con la coordinación de la doctora en Ingeniería Química y especialista en depuración de aguas Laura Pastor.

"Se utilizan bacterias heterótrofas y autótrofas se elimina la materia orgánica y el nitrógeno que contienen las aguas residuales. Se une un proceso físico por separación y sedimentación y los biológicos", concreta Pastor. Según Naudín, "se espera una baja producción de fangos, que se gestionarán en la propia planta, y que retiraremos nosotros para posteriores usos en la agricultura". El agua resultante sale por una alcantarilla cercana sin residuos.

Para el alcalde, Saúl Herrero, el pueblo se beneficia porque "se gana en que se va a poder depurar prácticamente al 100% y eso es bueno para el entorno". En cuanto a los costes de mantenimiento, el regidor especifica que "lleva solo 10 días en funcionamiento, por lo que creo que es prematuro hacer cualquier valoración".

Por su parte, el responsable de la empresa indicó que "el coste anual se situará en unos 3.000 euros". "La retirada de los sedimentos de las balsas se hará aproximadamente cada 8 meses", indica Naudín. En este sentido, valora que la instalación está diseñada para poblaciones de entre 50 y 500 habitantes y que da pie a que "los municipios pequeños puedan depurar sus aguas y cumplir con la normativa vigente a un coste asumible y razonable".

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión