De Cracovia a Zaragoza con 35 refugiados ucranianos: "Son ya nuestra familia"
Un ‘convoy’ de seis furgonetas ha llegado este miércoles a la capital con mujeres y niños pequeños tras un viaje de más de 3.700 kilómetros.
Una comida entre amigos ha terminado cambiando, quizá para siempre, la vida de 35 refugiados. Zaragoza ha recibido este miércoles un ‘convoy’ con seis furgonetas procedentes de Cracovia que han sacado del horror de la guerra a varias familias ucranianas, la mayoría con niños pequeños a su cargo.
El grupo ha sido recibido entre aplausos en la Expo –a escasos metros de las oficinas de Accem, que se encargará de la primera acogida– por amigos y familiares.
Teléfono en mano, han ido siguiendo en tiempo real los avances de la caravana solidaria, que ha recorrido en apenas unos días los alrededor de 3.700 kilómetros que separan Zaragoza de Cracovia. "Se han convertido ya en nuestra familia", han reconocido Sergio Bergua y Santiago Palomera, dos de las personas que se han puesto al volante de las minivan.
La iniciativa surgió en la comida que hacen todos los viernes. "Queríamos que nuestra ayuda fuese más allá de la aportación económica, que hubiese un componente humano", ha explicado el segundo. Desde el pasado sábado han recorrido cinco países, en los que no han parado de recibir muestras de cariño y solidaridad.
Antes de emprender su viaje contactaron con la asociación de ucranianos en Aragón, Accem, el Ayuntamiento y la subdelegación del Gobierno, que les facilitó documentos claves para poder moverse "con mayor libertad".
"No nos fuimos de vacío. Llenamos las furgonetas de productos que podían serles de utilidad", ha agregado Palomera. El primer contacto con los refugiados, reconoce Bergua, no fue fácil. "Al principio, lógicamente, había mucha incertidumbre, aunque al segundo día empezaron a coger confianza", ha dicho. A modo de anécdota, ambos recuerdan lo que pasó la última noche. "Habíamos aparcado en el parquin subterráneo del hotel y les daba miedo bajar. Les recordaba a los búnkeres en los que habían tenido que refugiarse y tuvimos que sacar las furgonetas a la calle para que el acceso fuera más cómodo", han señalado.
Asu llegada, a las familias, visiblemente emocionadas, les esperaban tulipanes con los colores de la bandera de ucrania, fruta, chucherías para los niños y cintas de la Virgen para desearles suerte en esta nueva etapa de su vida.
El alcalde de la ciudad, Jorge Azcón, se acercó a saludar a los recién llegados y anunció que hasta 20 de ellos serán acogidos en viviendas municipales.
