Lo que nació como una solución para los vecinos se ha convertido en un problema. El muro de la orla este de Zaragoza -situado entre la Z-30 y la calle San Adrián de Sásabe- se construyó en la década de los noventa con la intención de evitar que los ruidos del tercer cinturón afectasen a los vecinos, pero, actualmente, los vecinos creen que se ha convertido en un lugar “insalubre”.

Diego Luque, vocal de la Junta de la Asociación Vecinal Las Fuentes, explica que llevan “muchos años” pidiendo una solución para este lugar, pero sin éxito. Luque expone que esta valla “se concibió como un muro verde y se puso riego por goteo por lo que en casi toda la zona hay soterradas unas tuberías que pretendían ser riego por goteo para que se mantuviera la vegetación verde, pero llevan años sin funcionar”.

También destaca que “la valla que hay en la parte de arriba que sirve como mirador a la huerta está totalmente rota. Lleva mucho tiempo destrozada, lo hemos denunciado con fotografías. Si subes arriba del muro no tienes ninguna protección que te impida caerte al tercer cinturón en muchas zonas”, añade. Desde el Ayuntamiento de Zaragoza, explican que tampoco se trata de una zona donde la gente suba mucho a pasear, destacan que sí suelen subir los dueños de mascotas con sus animales pero no hay un gran tránsito de gente.

Desde la Asociación de Vecinos sostienen que se reciben quejas de los vecinos sobre suciedad y presencia de ratas. También señala que “cuando hay mucho viento, se quejan de que les llega el polvo y la arena a sus casas”.

En un documento que recientemente remitieron a todos los grupos municipales, la Asociación Vecinal de Las Fuentes aseguraba que “hay que dotar de presupuesto la reparación y la adecuación del muro en la orla este, actualmente con una valla peligrosa y constituyendo un nido de ratas y basura.”

AVV Las Fuentes

Este no es un problema actual, sino que se llevan reclamando soluciones y alternativas desde hace “bastante tiempo” y cuentan que “se inició algún proyecto hace cerca de diez años pero que se quedó en agua de borrajas”. “Hemos hablado con diferentes equipos de gobierno de diferentes ayuntamientos a lo largo de los años”, expone Luque, pero también comprenden que es “un tema de recursos y prioridades”. Si bien son conscientes de que derribar el muro tendría un “coste altísimo”, piensan que puede solucionarse si se integra esta zona en el proyecto del Bosque de los Zaragozanos o si “se intensifican las labores de mantenimiento”.

Desde el Ayuntamiento de Zaragoza hacen hincapié en la imposibilidad de tirar este muro ya que es obligatorio que haya un muro que haga una contención. Asimismo, recuerdan que se trata de “una zona silvestre, no de un parque”, por lo que el mantenimiento no es el mismo, y hacen un llamamiento a los ciudadanos para que “cuiden los espacios de toda la ciudad”.

“Cuando se construyó este muro la idea era que fuera un muro verde con plantación y que fuera bonito a la vista y al principio así era, pero ahora falta mantenimiento”, expone Luque. Recalca que se trata de un muro grande, de unos 350 metros de largo y que “al estar abandonado han venido los problemas ya que en lugar de ser un muro verde se convierte en un muro peligroso”. Asimismo, expone que “la malla de plástico negro de la parte que da al tercer cinturón da una imagen triste y tenebrosa porque no hay vegetación”.

Desde el Ayuntamiento de Zaragoza recuerdan que se ha planteado recientemente la creación de un bosque urbano de 9 hectáreas en Las Fuentes que ampliará el parque Torre Ramona hasta el Tercer Cinturón, por lo que la zona del muro de la orla este quedaría incluida.