Los niños vuelven a conquistar las calles de Malanquilla

Tres parejas han llegado para trabajar en el pueblo y el Ayuntamiento les respalda con 100 euros por hijo, además de buscar más viviendas para futuros vecinos.

Los niños de Malanquilla en la plaza del pueblo.
Los niños de Malanquilla en la plaza del pueblo.
JMACIPE

Las calles de Malanquilla han pasado del silencio absoluto en invierno a que las voces y carreras de los niños se adueñen de ellas. Aprovechando los tímidos rayos de sol de las primeras horas, Delfina, Melody, Ignacio, Elena, Agustina, y Julieta juegan en la plaza de la localidad, entre la iglesia y el frontón. Cuatro de ellos llegaron ya en 2020 y el año pasado llegaron los dos últimos, a todos les unen lazos de sangre entre sí ya que sus padres, tres parejas, son familiares entre sí y trabajan en el proyecto puesto en marcha por Javier Aguayo y bautizado como Malanquilla Inédita, que incluye un hotel, un gastrobar, paseos en burro y caballo y un pequeño corral de animales.

Desde el Ayuntamiento de la localidad han querido "apoyar" esta iniciativa a través de varías vías y entre ellas con la concesión de cheques escolares. "Son 100 euros por alumno para ayudarles con parte de los gastos de materiales", explica el alcalde, Ernesto Marín. Junto a él, el concejal Casimiro Moreno, incide en que "es una forma de que vivir aquí sea más atractivo y esto pueda incitar a que lleguen más personas con niños a la localidad". En la actualidad, de los seis jóvenes, dos están van al instituto a Calatayud, otro está en 6º de Primaria en Villarrroya y los otros tres también se desplazan allí al estar en 1 de Infantil y en 1º y 4º de Primaria.

En el caso de los más mayores, ya cuentan con ruta escolar en autobús hasta Calatayud, pero los que van al colegio los tienen que llevar sus padres. "Hasta ahora lo han hecho ellos, pero eso les supone muchos desplazamientos y perder horas de trabajo", apunta Moreno. Asimismo, Marín apunta que "es necesario y lo vamos a intentar, porque si hablamos de luchar contra la despoblación y luego no se dan facilidades, no estamos haciendo nada". "Vamos a intentar que haya más niños y niñas, pero todavía es pronto", reconoce Moreno.

"Hay más proyectos de iniciativa privada que, si salen bien, pueden traer más familias. Y, si se cumplen las expectativas, incluso podríamos reabrir el colegio aquí", apunta Moreno. También reconoce que estos cheques son "una acción modesta, pero con la que queremos que se valore más vivir aquí, porque es verdad que hay algunos inconvenientes, pero creemos que las ventajas son mayores". Para que ese objetivo ideal de reabrir la escuela se haga realidad, otro caballo de batalla del Consistorio es conseguir más oferta de vivienda, para lo que ya están invirtiendo.

Por una parte, el Ayuntamiento ha invertido, con respaldo en algunas actuaciones por parte de la Diputación de Zaragoza, cerca de 100.000 euros en rehabilitar una vivienda de su propiedad y, por otro, está pendiente de culminar la compra de otro inmueble, que también tendrá que ser adecuado para alojarse. "Hay muchas casas cerradas pero nadie quiere alquilar ni vender, y así se hace muy difícil", sostiene Moreno. Por su parte, el alcalde reconoce que "necesitamos más ayudas de otras instituciones para que nos ayuden en la compra y en la restauración de casas, porque son inversiones muy fuertes".

Para Natalia Quiroga, madre de una de las niñas, la ayuda del Ayuntamiento es "muy importante". "Ahora nos vendría bien el transporte, porque de los tres que bajan a Villarroya se nos van varios viajes al día. Creemos que si lo estudian se podrá hacer, porque ahora que hay niños, el pueblo tiene más vida".

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión