zaragoza

Denuncian el intento de agresión a personal del 061 en Zaragoza

Dos sanitarios han tenido que huir de un domicilio al que han acudido para atender a un joven ebrio y refugiarse en la ambulancia después de que este les persiguiera e intentara pegarles.

Una ambulancia del 061 entrando a las urgencias del Hospital Miguel Servet de Zaragoza.
Una ambulancia del 061, en una imagen de archivo.
Toni Galán

La Asociación de Técnicos de Emergencias Sanitarias de Aragón (Atetransa) ha denunciado este sábado en su cuenta de Twitter un intento de agresión a personal del 061 por parte de un "paciente agresivo" al acudir a atenderle en un domicilio de Zaragoza. Los hechos han tenido lugar de madrugada en una vivienda de la calle de Julián Gállego en Parque Goya.

Tal y como ha contado A. O. -técnico de emergencias sanitarias que se ha personado en la casa junto a otro compañero conductor de la ambulancia-, se ha recibido una llamada entre las 00.00 y la 1.00 por un caso de una persona con una supuesta intoxicación etílica. "Se trataba de un joven de 29 años que estaba ebrio y consciente. Al preguntarle si era él la persona a la que teníamos que atender se nos ha encarado con aire chulesco. El padre, al ver su actitud con el equipo sanitario, le ha pegado una bofetada, su hijo ha pensado que habíamos sido nosotros y se ha vuelto a encarar con nosotros", ha explicado este sanitario, que en ese momento decidió abandonar la vivienda "dejando el material" ahí.

Acto seguido, y según la versión del técnico de emergencias sanitarias, el joven les acorraló en el rellano del inmueble, cuando huían de la vivienda, y le agarró a él del cuello de la camiseta. "Fue el padre quien se abalanzó sobre el hijo y logramos salir corriendo por las escaleras y encerrarnos en la ambulancia. Nos resguardamos en la cabina asistencial y bloquemos las puertas porque el joven logró meterse en la parte de la cabina de conducción. Fue entonces cuando tocamos el botón de emergencias, el 112 nos llamó y mandaron varias patrullas de la Policía", ha relatado.

Tras "reducir" al joven, los agentes tomaron declaración a los dos sanitarios. A. O. ha asegurado que al final tuvieron que atenderle por la inflamación que presentaba en un ojo ("tras la bofetada del padre"). "El chico quedó libre y nosotros nos marchamos", ha añadido.

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