arte y despoblación

Un nuevo proyecto quijotesco para revitalizar Malanquilla

Javier Aguayo, con raíces en el pueblo, ha ideado un gastrobar, un hotel, paseos en burro y caballo y un corral con animales.

Javier Aguayo, con raíces en el pueblo, ha ideado un gastrobar, un hotel, paseos en burro y caballo y un corral con animales.
Javier Aguayo, con raíces en el pueblo, ha ideado un gastrobar, un hotel, paseos en burro y caballo y un corral con animales.
JMACIPE

A pesar de que la atrofia muscular progresiva le encorseta físicamente, Javier Aguayo Modrego es un torbellino de ideas, un quijote. Fruto de esa inquietud nació la idea de Malanquilla Inédita, un proyecto que une un gastrobar en el casco urbano de este pueblo de la Comunidad de Calatayud, un hotel boutique con ocho habitaciones que estará listo en 2022, una hípica con burros y un caballo y un pequeño corral con animales como cabras, gallinas y ovejas. A falta de detalles para abrir el alojamiento, cuyas estancias se renombran con capítulos del Quijote de Cervantes, las otras dos apuestas ya están funcionando y detrás de todo hay una inversión que ronda los 600.000 euros.

"Lo hago por amor a este pueblo, del que es mi madre y donde veraneábamos toda la familia. Es una forma de devolverle todo lo que me ha dado", argumenta Aguayo, que ha desarrollado su carrera profesional en Barcelona. "He montado diferentes empresas de tecnología y cuando apareció la enfermedad, vendí y decidí lanzarme a nuevos retos", explica desde una de las dos salas con las que cuenta el gastrobar. Se trata de un espacio que rompe con la concepción tradicional de un establecimiento en un municipio pequeño, pero que no pierde su esencia: dar un servicio.

En este sentido, Aguayo subraya que "hemos querido que el pueblo recupere infraestructuras básicas, como un lugar donde comer en sus calles, porque es algo necesario por el papel que tiene en el día a día". En la parte que se muestra radicalmente distinta es la decoración: reproducciones de estatuas y sarcófagos egipcios, un mapamundi gigante o una cabeza de tiburón. Y el menú también es algo que se sale de lo habitual: "Es un estilo fusión, lo tradicional con lo global. Y la especialidad gastronómica es el toque argentino con asados o empanadas", apunta Aguayo, cuya idea se ha traducido en que cuatro familias argentinas se instalen allí.

Un nuevo proyecto quijotesco para revitalizar Malanquilla
Un nuevo proyecto quijotesco para revitalizar Malanquilla
Macipe

Con esta oferta, el objetivo es claro: "Buscamos al público de aquí, pero también a gente de la comarca y de fuera de ella". En cuanto al estilo rompedor, Aguayo también es sincero y asegura que "queremos generar experiencias, que la gente se acuerde de dónde ha venido, que le llame la atención". Su pareja, Silvia Albornoz, lo destaca puntualizando que "sabemos que no va a pasar desapercibido y que no deja indiferente a nadie". De momento, en apenas 9 meses de vida, ya han conseguido un solete de la Guía Repsol y que hasta allí se acerquen vecinos de otros pueblos de la comarca bilbilitana, del Aranda, de Soria, de Madrid y de Valencia, como ejemplos.

Con la llegada de las personas que trabajarán en los negocios, el pueblo vuelve a contar con niños y niñas por las calles. Otro de los platos fuertes es el hotel, cuyas habitaciones se renombran con capítulos del Quijote de Cervantes. "Son tres viviendas en una y también se sale de lo habitual. Cada estancia tiene un estilo, desde el amor de Dulcinea, al vino, los barcos, Barcelona", muestra Silvia. El hotel engloba tres viviendas y cuenta con dos zonas comunes, una suite, spa y una terraza que permite ver desde el Moncayo a la sierra de Armantes, el molino de viento más famoso de Aragón y el valle del Ribota.

El hotel engloba tres viviendas y cuenta con dos zonas comunes, una suite, spa y una terraza
El hotel engloba tres viviendas y cuenta con dos zonas comunes, una suite, spa y una terraza
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Desde allí también se ve a Federico, Jerónimo y Faustino, los tres burros de su Donkey Republic, y a Gitano, el caballo. "Cuando hablamos de crear experiencias, nos referimos a que la gente pueda vivir algo diferente, que le impacte", insiste Aguayo. Además, ya han ideado catas de vino y observación de estrellas, para complementar la oferta. "Su padre era andaluz, pero se enamoró del pueblo y seguro que estaría orgulloso de lo que ha hecho", señala Silvia.

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