Una intervención artística en el mobiliario callejero permite a los ciudadanos interactuar con los elementos de este Museo de Objetos Ordinarios, ubicado en el distrito zaragozano del Actur. Esta original propuesta de Imaquinaria, el Museo de Objetos Ordinarios, ha vuelto a abrir sus puertas en el Centro Cívico Río Ebro del barrio del Actur. Hasta el 16 de diciembre, cualquier persona puede aportar, en préstamo o donación, piezas de la vida cotidiana que este proyecto convierte en una experiencia cultural, pionera y transformadora.

El horario de visitas al público y participación es los martes y jueves en horario de 11.00 a 13.30 horas y los lunes y miércoles de 17.00 a 19.30 horas. Desde la organización de este evento han explicado que es una "injerencia museística" en la que la ciudadanía es la auténtica protagonista, la comisaria y la artista creadora del "museo de nuestras vidas". La experiencia se ha estrenado en Harinera ZGZ de San José durante febrero, marzo y abril, con la participación de más de 300 personas que han aportado más de 130 objetos. La idea original llega desde Francia, con apoyo de la compañía francesa, Théâtre de Cuisine, fundada en 1979 por Christian Carrignon y Katy Deville, referentes internacionales del denominado Teatro de Objetos, término acuñado por ellos mismos tras su primer espectáculo Opéra bouffe en 1981.

En los últimos años, se centran en la transmisión pedagógica del teatro de objetos, a través del trabajo de acompañamiento en la creación con profesionales y talleres de formación para artistas, o proyectos de participación como este Museo de Objetos Ordinarios. El equipo de Imaquinaria, que trae esta propuesta a Zaragoza, orienta su trabajo desde la convicción de que cualquier persona es creativa y que solo hace falta generar los marcos para que esta potencialidad se desarrolle y crezca.

El arte es, además de una importante capacidad del ser humano, un derecho fundamental de cualquier persona, como queda recogido en el artículo 27.1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos o en la propia Constitución española, han apuntad en una nota de prensa. Les mueve el objetivo de garantizar el ejercicio de este derecho de una manera integral, no solo desde el lugar del consumo del arte, sino también desde la producción o la toma de decisiones acerca de lo artístico. Esta motivación profunda se concreta en la búsqueda constante de formas de implicar a la ciudadanía en el hecho artístico y difuminar las barreras habituales entre espectador-actor o artista-público.

El Museo de Objetos Ordinarios es parte de esa búsqueda hacia "nuevas formas más democráticas del hecho artístico", que promuevan la participación activa y que pongan en el centro de los procesos artísticos a las personas. La finalidad es que interactúe cualquier persona. Se trata de descubrir potencialidades, de encontrar en los objetos poemas ocultos, belleza escondida y de descubrir en la ciudadanía, artistas, actores o mecenas.

Esta experiencia creativa y colectiva es una oportunidad de la ciudad de Zaragoza para "conocerse, conectarse y crear obra artística". Al contrario que en otros museos que celebran la inauguración, el Museo de Objetos Ordinarios celebra el final porque al tratarse de un proceso creativo vivo en el que los ciudadanos son los protagonistas, cada día llegan nuevos objetos a la colección y más personas enriquece el collage de participantes.

Para conectar la experiencia con otros colectivos esta semana se ha realizado una acción cercana a la performance, en colaboración con los alumnos de la Escuela de Arte de Zaragoza de la rama de Escultura aplicada al espectáculo, con el objetivo de captar la atención y provocar la curiosidad. La experiencia, que se financia con el apoyo de Zaragoza Cultural, se basa en un ejercicio de escritura a partir del concepto de poesía visual, y desembarca ahora en el zaragozano barrio del Actur para volver a provocar reacciones del público realmente inspiradoras como ya ha sucedido en San José.