El reclamo de las setas llena San Martín de la Virgen del Moncayo
Los alojamientos cuelgan el cartel de completo con visitantes atraídos por las jornadas micológicas. Se han catalogado hasta un centenar de especies.
San Martín de la Virgen del Moncayo vuelve a hacer honor este puente de Todos los Santos a su fama de ser un pueblo que vive en parte de un turismo que tiene como motor la micología. Las recuperadas XVII Jornadas Micológicas de Otoño, tras el parón del año pasado por la pandemia, han llenado las alrededor de 200 plazas hoteleras y de casas rurales con que cuenta el municipio. Este domingo era complicado encontrar un sitio para comer si no se iba con reserva. Su impacto se extiende por toda la comarca y hay participantes alojados en Vera del Moncayo y Tarazona.
La localidad de menos de 300 empadronados duplica durante estos días su población. "Nos asustamos porque la previsiones meteorológicas eran muy malas, pero la gente ha venido igual. Se nota que todo el mundo tiene ganas de salir y más al monte, porque todavía pesan las restricciones y se va con mucho cuidado", explica Jesús Lamata, presidente de la asociación micológica local.
El tiempo está respetando las salidas al campo. En la del sábado participaron medio centenar de personas y en la del domingo, dirigida a los aficionados más pequeños, acudieron otras 40. Las 120 plazas para la cena micológica del sábado se agotaron en unos días y al igual ocurrió con las 40 para la cata de vinos de la jornada dominicial maridada con tapas elaboradas por restaurantes locales.
La falta de precipitaciones este año en la zona hace que la campaña sea incierta y no abunden los ejemplares más preciados por el gran público por su valor culinario. "El Moncayo es un vergel de biodiversidad y variedades, y aunque ha habido que rebuscar bien hemos catalogado más de 100 especies. No son muchas si tenemos en cuenta que en un año bueno nos podemos mover entre las 150 y 200", señala Lamata. Son muchas las personas que este fin de semana se acercan con sus cestas hasta la sala polivalente para que miembros de la asociación micológica o el experto Luis Ballester Gonzalvo les ayuden a reconocerlas.
Aunque una gran parte de los visitantes son aragoneses, también los hay de País Vasco y Navarra, principalmente. "Hay bastante gente de fuera que ha acudido porque las jornadas son un buen reclamo, tienen fama y desde hace años se viene trabajando para difundirlas", señala Cristina Calvo, hotelera de la zona.
La presencia de turistas también se deja sentir en negocios como la carnicería de Angelita, que ofrece longaniza con rebollones y cachopos de ternera con boletus. "El mal tiempo ha retraído algo a la gente, pero se nota mucha vidilla", señala Marta Martínez desde el mostrador. Las actividades programadas continúan este 1 de noviembre con la exposición de las setas y el mercadillo de productos de la zona, además del tapeo micológico ofrecido por los establecimientos locales. Las expectativas de ocupación vuelven a ser buenas para el próximo puente de La Constitución. Para los aficionados, una cercana cita micológica es el 9 de noviembre en Luesia y Bagüés.
