tercera edad
Usuarios de la residencia Santa Bárbara: "Me pondré los pinchazos que haga falta"
Casi 25.000 mayores de residencias y pacientes de riesgo en Aragón recibirán la tercera dosis de la vacuna contra la covid.
"Me pondré los pinchazos que haga falta contra este maldito virus. Si me dicen que cinco, pues cinco. Fui una de las primeras que se vacunó en mi barrio". Pilar Gómez, de 90 años "y medio", que vive desde el pasado abril en la residencia Santa Bárbara Fundaz de Zaragoza, contesta así al pedirle su opinión sobre la tercera dosis de la vacuna contra la covid.
Y su sonrisa deja paso a unos ojos vidriosos cuando recuerda que su segundo hijo falleció en un centro para personas discapacitadas en la primera ola. "Dentro de poco hubiera sido su cumpleaños".
Una opinión que comparte Manuel Martín, de 85. "Vale más un pinchazo a tiempo que correr riesgos innecesarios. Cuanta más seguridad, mejor para todos", dice. Recuerda los meses más duros del confinamiento "triste y aburrido en la habitación, leyendo algún libro y viendo la televisión". En el jardín y en los espacios de la residencia que comparten el mismo grupo de usuarios no llevan mascarilla, pero en cuanto salen a la calle "me la pongo, por supuesto, aunque sea muy molesta y sude con el calor", cuenta Manuel.
El centro de día de esta residencia reabrió sus puertas el pasado julio "por seguridad, cuando ya había un porcentaje importante de personas con la pauta completa", explica la directora de las instalaciones, Elena Lozano. Por ello, reivindica que esta tercera dosis se apruebe también "para todos los mayores a partir de una cierta edad, ellos son los que han salido más perjudicados".
