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La Policía Local retiró de las calles de Zaragoza 161 vehículos abandonados el año pasado

La Policía Local recuerda que aparcar un coche sin ITV o seguro es sancionable.

Instalaciones del depósito municipal de vehículos de Zaragoza.
Instalaciones del depósito municipal de vehículos de Zaragoza.
Francisco Jiménez

Faros rotos, neumáticos pinchados, suciedad acumulada... Son los síntomas habituales que presenta un vehículo abandonado en la calle, y los primeros indicadores de que su propietario no tiene intención de hacer uso de él. El problema es que la ley prohíbe utilizar la vía pública como almacén particular, por lo que cada año, la Policía Local de Zaragoza retira un buen puñado de coches de estas características: solo en 2020 la grúa se llevó 161. Además, a esta cifra hay que sumar otros 251 que llegaron hasta las instalaciones de la carretera de Castellón por renuncia voluntaria del propio titular.

Las cifras son similares cada año, aunque están lejos de las que se registraban antes de la crisis de 2008, cuando se retiraban más de 800 vehículos de las calles de la capital aragonesa por estas causas. En cualquier caso, el proceso suele comenzar de la misma forma: bien por las labores de control de la vía pública por parte de los agentes de la Policía Local o bien, en no pocas ocasiones, por la llamada de un vecino harto de ver cómo se acumula suciedad en la puerta de su casa por un coche abandonado.

Los agentes comprueban entonces que el vehículo cuenta con el seguro obligatorio y la ITV en vigor. Aunque no siempre, es «habitual», señalan desde la Policía, que si el propietario ha abandonado a su suerte su coche, también haya dejado de pagar por estos dos conceptos. De ser así, se abre un expediente que se publica en el Boletín Oficial del Estado.

El propietario cuenta desde entonces con un mes para proceder a la puesta en regla del vehículo ya que, de lo contrario, una vez finaliza el expediente administrativo, el vehículo pasaría a considerarse residuo sólido urbano y se trasladaría para su eliminación. Además, los agentes pueden solicitar la retirada del coche al depósito, aunque cuente con la documentación en regla, si su estado supone un riesgo. Así ocurre cuando, por ejemplo, tiene las ventanillas rotas, algún objetivo punzante o pérdida de líquidos contaminantes o inflamables.

En la mayoría de las ocasiones, el propietario no contesta al requerimiento, por lo que el vehículo se retira para su desguace, pero no siempre. De hecho, la Policía Local abrió 279 expedientes el año pasado en Zaragoza, y finalmente solo se procedió al traslado de 161.

En este sentido, fuentes policiales recuerdan que «el ciudadano que deja aparcado su coche en la calle tiene la obligación de verificar con cierta frecuencia que sigue estacionado de forma adecuada, ya que puede haber un reventón de una tubería, o celebrarse un evento deportivo que obliga a moverlo a otro lugar».

Por otro lado, quienes prefieren evitar un susto en forma de multa pueden pedir al Ayuntamiento la renuncia voluntaria. Es un procedimiento gratuito por el cual los servicios municipales se hacen cargo del vehículo y le dan de baja, rescinden el impuesto de circulación y proceden al reciclaje controlado. El titular solo tiene que presentar la documentación y concertar una cita para que la grúa se lo lleve al depósito.

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