zaragoza

Vecinos del Picarral: “Los jóvenes tienen que irse al Arrabal, La Jota o el Actur para hacer cualquier actividad”

Los colectivos de la zona siguen reclamando la construcción de un centro de infancia y juventud, aunque el consistorio ha reconocido que en estos momentos las prioridades son otras.

Solar donde estaba proyectado el equipamiento, en la calle Somport.
Solar donde estaba proyectado el equipamiento, en la calle Somport.
Daniel Pérez

La construcción de un centro de infancia y juventud en el barrio del Picarral es un asunto que se remonta a 2005. En abril de ese mismo año, la Comisión de Urbanismo aprobó el proyecto, que iba a ubicarse en una parcela de la calle Somport proveniente de una cesión obligatoria de suelo.

Casi 16 años después, la situación en el barrio sigue siendo la misma. El equipamiento nunca se ha hecho realidad y parece que todavía tardará en materializarse. Los motivos fundamentales son dos: tiene un alto coste de ejecución y no se encuentra entre las prioridades actuales del equipo de Gobierno de la ciudad.

Así lo confirmó el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, en la última comisión plenaria de su área después de que Fernando Rivarés, del Grupo Municipal Podemos-Equo, le preguntara por el asunto. “La situación en la que está en estos momentos la ciudad hace que tengamos el objetivo fijado en otras prioridades”, dijo el concejal. De acuerdo con Serrano, el proyecto costaría en cifras globales más de 5 millones de euros. “Desgraciadamente, en estos momentos no podemos afrontar, y por eso no está en el presupuesto para el año 2021, un proyecto al que no le niego ninguna de sus bondades”, añadió.

Quienes sí consideran que este equipamiento es una prioridad son los vecinos del Picarral, que lamentan no tener ninguna instalación de este tipo en el barrio. “Los jóvenes tienen que irse al Arrabal, La Jota o el Actur para hacer cualquier actividad. Las bibliotecas más cercanas son las del Centro Cívico Tío Jorge o Cubit”, señala Juan José Jordá, portavoz de la Asociación de Vecinos Picarral-Salvador Allende.

Solar donde estaba proyectado el equipamiento, en la calle Somport.
Solar donde estaba proyectado el equipamiento, en la calle Somport.
Daniel Pérez

En 2018, el presupuesto municipal incluyó una partida para actualizar el proyecto original, que había quedado obsoleto. Las obras se valoraron en su día en 2.678.835 euros, pero nunca llegaron. “Antes de las elecciones de 2019 hicimos una mesa redonda con todos los partidos y todos asumieron que este centro era una necesidad urgente”, comenta Jordá, que cree que mientras haya niños en el barrio “tienen derecho a este espacio, igual que el resto de niños de Zaragoza”.

Desde el colectivo vecinal también piensan que este equipamiento puede contribuir a fijar población en la zona y favorecer la conciliación. Una perspectiva que comparte Andrea Castillo, joven integrante de la Plataforma Social Zalfonada-Picarral. “La ausencia de un espacio al que tanto niños como jóvenes puedan acudir y sentir como suyo hace que tengan que salir del barrio. Los que se quedan están obligados a practicar un ocio muy basado en el consumo, por ejemplo, en bares”, explica.

Además, el colectivo advierte de que la identidad de la zona se puede ir perdiendo en la medida en que los jóvenes tienen que irse a otros barrios de la ciudad para desarrollarse social y culturalmente. “Zalfonada-Picarral tiene mucha identidad de barrio, pero al expulsar fuera a los jóvenes para que pasen el rato, se desvinculan”, señala Castillo.

Gracias a este centro, en el que podría tener cabida una sala de estudio, otra de ordenadores y una biblioteca, los jóvenes aumentarían su red de contactos. “Tener un espacio así favorecería que sus relaciones sociales no fueran única y exclusivamente con sus compañeros de clase. Si un niño no ha podido generar esas relaciones en su centro de estudios y no tiene un lugar en el que poder conocer a otros, sufre más aislamiento”, añade.

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