Cristian Matías es nieto del taxista Manuel Albizu Idiáquez, de cuyo asesinato a manos de ETA se cumplieron este sábado 45 años. Los dos sospechosos de cometerlo son los etarras Pedro María Leguina Aurre, ‘Txiki’ (que este sábado salió de la cárcel de Zuera), y José Mazusta Astibia. La víctima lamenta que ‘Txiki’ no haya pasado ni un solo día en prisión por haber matado a su abuelo. De hecho, Cristian reconoce que el crimen está "prescrito" y "amnistiado".

Aquel día a las 8.30, una pareja descubrió que el taxista, de 53 años, estaba asesinado dentro del coche con el rostro ensangrentado por dos disparos. Lo hallaron lejos de la carretera, en Guetaria (Guipúzcoa). Estaba casado y tenían cuatro hijos de 11 a 25 años. Tres años antes del atentado había sido policía municipal y era hermano de un concejal de Deba.

Cristian Matías accedió al sumario el año pasado. "Después de haber accedido a la verdad pasados tantos años, simplemente le deseo (al etarra) que los días que le resten en libertad pese mucho sobre su conciencia todos los crímenes que ha cometido. Espero que su vida le resulte desgraciada, igual que a cualquier persona con ese bagaje. Si tiene un mínimo de humanidad, no podrá dormir tranquilo", manifestó el nieto del taxista, al que los etarras le acusaban de hacer servicios a la Guardia Civil y ser un chivato.

Matías tiene claro que los terroristas no tienen arrepentimiento: "A mi familia y a mí, lo que nos quede de vida, los señalaremos directamente con el dedo, diremos que fueron responsables del asesinato de mi abuelo", añade.

"Allá donde tenga oportunidad lo diré porque es lo único que puedo hacer. No tengo derecho a la justicia y el de la verdad me ha llegado tarde", concluye.