ZARAGOZA

Un resquicio de la ‘antigua’ Navidad

El belén de la plaza del Pilar colgó el cartel de completo durante todo el puente. El aforo limitado y la reserva de entradas permitían a los visitantes caminar a sus anchas

El tradicional belén de la plaza del Pilar recibió 2.900 visitantes durante el puente, el máximo permitido por el coronavirus.
El tradicional belén de la plaza del Pilar recibió 2.900 visitantes durante el puente, el máximo permitido por el coronavirus.
Toni Galán

En una plaza del Pilar inusualmente desangelada para estas fechas, el tradicional belén gigante resiste como uno de los pocos resquicios de la Navidad pre-covid. Aparte de la iluminación, que adorna, y más que los años anteriores, otras zonas del centro y del resto de la ciudad, allí esta atracción es la única que se mantiene en pie en unas fiestas marcadas por la pandemia. Lo hace, eso sí, bajo un protocolo de seguridad y con restricción de aforo.

Igual que el árbol de los deseos, el mercado navideño y las atracciones para niños, las habituales filas para acceder a su interior han desaparecido. En su lugar, se ha establecido un sistema de reserva de entradas, que fueron a parar a unos pocos afortunados, ya que en tan solo unas horas se agotaron los 2.900 tickets para los cuatro días del puente.

Entre los más rápidos en hacer su reserva estuvo Petri González, que unos minutos antes de las 17.00 de ayer abandonaba el belén acompañada de su familia. Era uno de los primeros turnos de la tarde. Cada 15 minutos pueden entrar, previo uso de gel hidroalcohólico, 29 personas, lo que permite que el recorrido se haga «sin agobios». «Así da gusto –relataba esta zaragozana tras la visita–. Es la primera vez que nos podemos hacer una foto los cuatro juntos y solos». Unos minutos después también salía Óscar Yuste. «Reservamos las entradas en cuanto salieron. Venimos todos los años y esta vez hemos estado muy tranquilos», explicaba.

Cuando el reloj marcó en punto, en el extremo opuesto de la instalación comenzó a acceder el siguiente grupo. Algunos observaban el interior desde las vallas, como Nieves y Jesús, vecinos de La Jota, que no llegaron a tiempo para hacerse con un pase: «No sabíamos que hacía falta, pero iremos el fin de semana que viene. Hoy nos conformamos con escuchar los villancicos».

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión