Un centenar de familias del Soledad Puértolas piden a la DGA que construya "ya" el edificio de primaria

Al grito de "Queremos nuestro cole ya" alrededor de un centenar de personas se han manifestado este martes frente al centro Soledad Puértolas, en el barrio zaragozano de Valdespartera, para exigir la construcción del aulario para los niños de primaria. Los barracones que prometió el Gobierno de Aragón para acoger a los alumnos hasta la ampliación de centro tampoco han llegado todavía, por lo que, de momento, han tenido que ser reubicados en el CPI Valdespartera III. Las familias lamentan que esta situación lleva ya, con este, cuatro cursos repitiéndose y aseguran que están "hartos" de ir cada año "de un lado para otro dando tumbos".

"Este protesta surge del hartazgo de todas las familias, deberíamos tener un colegio, pero es que no tenemos ni barracones", ha indicado durante la concentración Néstor Martín, representante de la AMPA del centro, que ha criticado que los trabajos para levantar estas aulas provisionales comenzaron tarde: el 18 de agosto. Según ha explicado, la construcción del centro se ha ido retrasando y los niños que obtuvieron plaza llevan varios cursos en otros centros. Ahora, hay aulas de infantil pero todavía falta el edificio de primaria. "Lo que queremos es que hagan ya las cosas bien, que el departamento de Educación cumpla y que no haya niños fuera de su colegio", ha añadido.

Entre las familias que protestaban esta mañana, ataviadas con pancartas, tambores y hasta cacerolas, había varias con hijos de diferentes edades que tendrán que repartirse entre estos dos colegios. Aunque solo están a poco más de 300 metros de distancia, esto puede traer, sobre todo con los rígidos horarios que se han establecido como medida preventiva ante el coronavirus, "enormes problemas de conciliación". "Entendemos la situación de la pandemia pero alguien ha fallado, se han hecho las cosas mal durante muchos años y estamos muy hartos", ha sentenciado Martín.

Falta de aulas

Además, en el Valdespartera III no hay aulas suficientes para acoger al centenar de niños extra que, recuerdan, deberían estar ya ubicados en su propio centro. Por eso, tras descartar la idea inicial de Educación de ubicar a algunos de ellos (tres clases) en el gimnasio, separados por cintas de balizar, finalmente ocuparán otros espacios -como la sala de informática o la de profesores- que se han rediseñado para acoger a los niños.

Con todo, las familias exigen a la DGA que licite ya las obras del edificio de primaria, ya que tienen un plazo de ejecución de 14 meses y temen que los niños no puedan emplearlo tampoco el año que viene.