El comité de empresa del bus urbano de Zaragoza y representantes de la concesionaria Avanza han alcanzado un acuerdo en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) que llevó a los trabajadores a suspender el referéndum que se estaba celebrando para decidir si convocaban una paro de seis horas y una protesta en forma de cadena humana hasta las dependencias de Movilidad del Ayuntamiento, en la calle de Albareda.

Los trabajadores plantearon estas movilizaciones para reclamar una prima no consolidable de mil euros como compensación por los «excesos de jornada, el incumplimiento del convenio y el aumento de la productividad» que, a su juicio, han tenido que asumir durante el estado de alarma por la crisis sanitaria del coronavirus.

Además, reclamaban a la empresa retomar las reuniones periódicas para abordar la negociación del nuevo convenio colectivo que, según fuentes del comité, se habían paralizado. Tras una larga jornada de negociaciones, las partes acordaron un calendario de encuentros que tendrán lugar entre el 16 de junio y el 15 de julio. Igualmente, el Ayuntamiento de Zaragoza ha citado a los trabajadores el próximo día 18 en el edificio Seminario.

Según indicaron tras la reunión en el SAMA fuentes sindicales, una vez conseguido este primer acuerdo se intentó lograr un acercamiento sobre la prima económica que exigían los trabajadores. En este sentido, y tras el rechazo de la empresa a abonar los citados mil euros por empleado, el comité aceptó suspender su reclamación y trasladarla al proceso de negociación del futuro convenio colectivo.

En consecuencia, el proceso de votación iniciado en las cocheras de Avanza a las 4.30 de la madrugada y que debía concluir a medianoche para determinar el apoyo de la plantilla a la huelga fue suspendido a las 19.00, cuando se firmó el acuerdo entre las partes. Por la mañana, la concejal de Movilidad, Natalia Chueca, achacó a cuestiones económicas y no sanitaria la amenaza de huelga. «La prueba de ello es que no ha habido apenas contagios», dijo.